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Se muestran los artículos pertenecientes a Junio de 2007.
Si algún día escribo un libro espero poder contar con dos personas que lo presenten con el cariño, la complicidad y el magnífico humor con que ayer Antón Castro y Pepe Melero hablaron de Por Escribir sus Nombres y de Victor Juan. Sería un honor que alguien como Luisa Miñana hiciese una reseña tan hermosa como la que le hizo anteayer en su blog, o como la que ya publicó Miguel Mena. Dice mucho de una persona la calidad, la cantidad y la actitud de sus amigos ante sus cosas; como un árbol que uno planta y ayuda a crecer…y de repente descubre que es hermoso y que está lleno de vida. Merece la pena empeñarse en eso. Las palabras crecen en el vaivén del viento como banderas en la brisa oscura de la noche. En este derruido ángaro de viejas cenizas quedan ecos de la larga nostalgia y algunos viejos versos que guardan tu nombre. Nada como una foto de Jose Manuel Roy para las siempre hermosas palabras de Fernando Sarría. Gracias a los dos por colaborar con "esta casa". Me enamoré de ella en una copia (V.O. subtitulada) que me hizo una compañera de trabajo cuando la emitieron en el antiguo Canal+ “sin cortes ni publicidad”. Por algún extraño motivo no había querido ir a verla al cine convencida de que no me iba a gustar y esta amiga pensó que estaba equivocada. No sé las veces que habré podido ver su comienzo “Yo tenía una granja en África, al pie de las montañas Ngong” (curiosamente recuerdo la frase traducida, como si supiera inglés) y la escena siguiente del tren cruzando la sabana con la música de fondo…. No sabría decir exactamente por que me gusta tanto. La historia es hermosa, cierto, y triste: esa mujer esforzándose por crear un hogar, por afianzar unas relaciones que por un motivo u otro finalmente siempre naufragan. Los paisajes son únicos (una imagen idealizada de África que no por ello deja de ser tremendamente hermosa) y Meryl Streep llenándolo todo. Supongo que lo que ocurrió, como suele pasar con los libros, es que la película llegó a mí en el momento adecuado. Hoy, al despertar, por una extraña asociación de pensamientos, la he recordado. En concreto me ha venido a la mente la escena de la foto, cuando Robert Redford lava la cabeza a la Baronesa Blixen. Cuando era pequeña mi madre siempre me lavaba la cabeza los domingos por la mañana. Era un ritual levantarse bien entrado el día, oír como el agua salía del grifo a borbotones llenando la bañera, oler el jabón, garabatear en el cristal empañado….. En el piso de arriba mis vecinos, eran varios hermanos, chapoteaban ruidosos también en su día de baño. Debo estar un poco locuela, ¡que tendrá que ver esa película con mis recuerdos de infancia!..pero lo cierto es que en esta mañana de domingo ambos han llegado a mí de la mano y, no sé por qué, me han dejado un regustillo extraño. El pasado 31 de mayo se celebró en Madrid la I JORNADA SOBRE MODA Y NECESIDADES ESPECIALES, organizada por ADIMECO (Asociación Nacional de Discapacidad y Medios de Comunicación) y el CEAPAT (Centro Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas) bajo la dirección de Jose Luis Fernández Iglesias, el autor de la Guía de estilo sobre discapacidad de la que hablé aquí hace unos días. Quizá alguno de vosotros pudo ver la pequeña reseña que se hizo en algún telediario del evento; yo me enteré demasiado tarde y lo cierto es que está siendo complicado encontrar imágenes del desfile o alguna noticia al respecto, pero me ha parecido una iniciativa más que interesante. Dejo aquí este párrafo que escribe la organización: “La moda no llega a muchas personas por motivos de obesidad, de baja estatura o porque necesitan muletas o sillas de ruedas en su vida cotidiana. De igual forma, los problemas de acceso a muchas tiendas, la ausencia de tallas adecuadas, los problemas para personalizar las prendas a las características físicas de los clientes, la falta de adaptación y de comodidad de uso de las prendas según la condición física del usuario o la imposibilidad en muchas ocasiones de utilizar los probadores son problemas cotidianos de muchas personas con necesidades especiales” . Yo que como muchos he padecido desde pequeña la dictadura de la moda, no fui consciente hasta nacer Ainhoa de lo que realmente supone para mucha gente vestir de forma digna y adecuada a sus necesidades. Me atrevería incluso a decir que seguramente hay gente que nunca se ha planteado que una persona discapacitada tiene las mismas ganas que cualquiera de verse atractiva. Lo decía Josep María Alaña en la entrevista que le hizo Sandra Camps: “tenemos derecho a estar guapos, a agradar y a seducir” es completamente cierto. Encontrarnos a gusto con nuestra propia imagen es en muchos casos un paso imprescindible para conseguir la autoestima y ésta la base para enfrentarnos al mundo y encontrar el reconocimiento de los demás. Para una persona con discapacidad puede suponer la diferencia entre sentirse uno más o un “bicho raro”, y no es poco. Me parece pues que la idea puede suponer un paso más dentro del camino a la normalización de la vida de mucha gente y por eso espero que tenga continuidad, al menos hasta el momento (¿cuándo llegará?) en que realmente no sea necesario. De cualquier forma, a pesar de que participaban firmas conocidas como Agata Ruiz de la Prada, Amaya Arzuaga..(por cierto, me ha gustado saber que una de las empresas colaboradoras tiene su sede en Zaragoza se llaman Maxvida y han centrado su actividad en la ropa para gente con necesidades especiales) no veo en los medios la repercusión que el tema merece. En fin. Enhorabuena por esta iniciativa a todos los que han colaborado en ella y esperemos que para próximas ediciones alguien considere que es importante hacerse más eco de este tipo de propuestas. Llevo ya unos días sintiendo mucho dolor a mi alrededor, mucho. La vida va dando sus pasos y va entregando, a saltos, bocados amargos. Gente a la que toco a diario, gente a la que quiero se precipita como yo hice, más de una vez, en otro tiempo. No encuentro forma de terminar con ese sufrimiento, no existe. Ni siquiera puedo evadirme. Solo puedo intentar descansar: mirar por la ventana, regar mis plantas y aprovechar este oasis de calma, este momento. (El dibujo es de mi admirada Rebeca Dautremer) Siempre recuerda que cuando era pequeña y la sorprendía leyendo romanceaba malhumorada la misma cantinela: "podías pasar el rato con algo mas productivo, hija. Podías hacer punto, o coser....." Claro, ella no alcanzaba a comprender el interés que tenía sumergirse en aquellos libracos así que este fue tema de discusión infinita entre las dos durante mucho tiempo. Por aquel entonces era un clásico mofarse de las faltas de ortografía en las notas que dejaba de cuando en cuando sobre la mesa de la cocina. Un día que su madre se atrevió a preguntarle muy seria como sabía que butano era con "b" y no con "v" le contestó muy ufana: .. Porque sí ama, porque leo y sé como se escriben bien las palabras. Probablemente hizo la observación con ese puntito de soberbia que a veces tienen los hijos "instruidos" hacia sus padres así que la mujer, un poco avergonzada, se calló; debía tener razón en eso. Cuando nació la princesa su marido entendió enseguida el alcance real del diagnóstico (ella tardó algo más en convencerse de que aquello no era una pesadilla de la que, por narices, iba a despertar) y lo propuso pocos días después de llegar a casa: .. Habrá que comprar una máquina de coser .. ¿? .. Tendremos que arreglarle la ropa ¿no? .. Si, claro. Pero yo no sé coser, y menos a máquina... .. Bueno... pues ya lo haré yo. Así que compraron la máquina de coser, por supuesto. Desde entonces él se encarga de hacer los arreglos, y se le da bien. Le acorta los pantalones y las mangas de las camisetas; así no parece que ha tomado prestada la ropa de su hermano mayor y luce siempre preciosa. Seguramente su madre sonríe por dentro cuando se da cuenta de lo que pasa. Seguramente ha reprimido más de una vez las ganas de decirle: "¿ves como yo también tenía razón?".... Al menos, afortunadamente, ya no hace falta que le corrija las notas que deja por casa. (La imagen corresponde a un cuadro del pintor valenciano Jose Tapia Soliva, muy interesado, según leo, en dejar constancia con su trabajo de la importancia de los recuerdos. La he conseguido aquí.) "Hemos reunido nuestros bártulos, Troylo, y nos hemos ido con la música a otra parte. Se detuvo en la puerta el camión de mudanzas. Por grande que fuese, quién iba a imaginar que en él cabría la inmensidad de los recuerdos" Cuando José Manuel Roy me hizo llegar esta foto pensé enseguida en el relato de Antonio Gala. Se titula "La Mudanza" y está dentro del libro Charlas con Troylo en el que se recopilan una serie de artículos que el escritor publicó en el diario El País y en los que repasaba su idea y visión de España utilizando a su perro como interlocutor. Gala es otro de mis referentes de adolescencia y este libro, en concreto este artículo, fue la puerta para llegar a él. En aquel tiempo yo también llenaba cajas con mi vida para abandonar el mar y dejarlas en un lugar desconocido. La decisión no había sido mía, así que me resistía a aceptarla. "Se aproximan, con pasos de paloma, el tiempo en que era niño, los tibios días del primer amor...manejo pruebas de papel, de seda, de madera, de mármol: testimonios del que yo fui. Mi mundo entero cabe en el camión de esta mudanza" Hay mucha gente que no conoce, ni conocerá, esa sensación. Nos creemos anclados a los lugares y a las cosas, Nos aferramos a ellas con uñas y dientes, y de pronto viene algo, arranca las raíces y nos pone en marcha. "¿Que muda la mudanza? Escribió Horacio que las penas se montan a la grupa y galopan a la vez que nosotros. Es cierto. Tú y yo también hemos venido entre tantos enseres; íntegros nos trajimos aquí, trajimos la añoranza y el deseo y la capacidad de amor intacta." Claro que sí. Nos adaptamos a lo nuevo; creamos otra vez nuestra casa o le damos forma en otro sitio. Y no pasa nada. Hoy he estado viendo a Julia y a Graciela, del Equipo de Atención Temprana I del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón. Ellas fueron quienes valoraron a Ainhoa hace un año para conseguir la plaza de integración en la Escuela Infantil Los Vientos que tan a gusto ha disfrutado este curso y ahora me han entregado una copia del informe que han preparado para llevar al colegio al que acudirá el próximo año como referencia para el trabajo con ella. Ha sido una suerte encontrarlas en este camino: dos profesionales dispuestas a ayudar, a trabajar y a aprender también con nosotros. Ambas han visto a Ainhoa un montón de veces en la escuela a lo largo del curso: han ido valorando su evolución, sopesando sus necesidades específicas, subsanando problemas puntuales que han podido aparecer (aunque he de reconocer que todo ha ido sobre ruedas..) y siempre han buscado un rato para charlar conmigo, explicarme sus avances, preguntarme cosas.. ¡ah!, nuestras reuniones se han alargado siempre entre risas, anécdotas e intercambio de informaciones. Una auténtica colaboración, vaya. Es evidente que le han cogido cariño: me hablan de mi hija como lo puede hacer cualquiera de mis amigos y reconozco que a veces se me arrasan los ojillos en plena conversación al comprobarlo. (A todos nos gusta ver que nuestros chicos son queridos fuera del ámbito familiar: que nos cuenten lo “majicos” que son, las gracias que hacen, sus picardías…pero entenderéis que en el caso de un hijo ”diferente” ese deseo se multiplica por mil; Julia y Graciela quieren a Ainhoa, lo siento, y eso me encanta). Lástima que ya ha terminado el trabajo con ellas: he quedado en enviarles de vez en cuando un mail con noticias sobre su evolución y me han pedido que les haga llegar toda la información que aparezca sobre acondroplasia por si les surgen más casos en el futuro. Lo haré. El próximo curso, ya en el colegio, será otra gente quien se ocupe de mi niña. Espero seguir contando con un apoyo y colaboración similar al que ellas me han dado, y sobre todo con ese cariño. No está de más saber que en las instituciones hay gente capaz de desarrollar su trabajo de forma profesional….y humana. Desde aquí, a las dos, un millón de gracias. (Me gusta dejar siempre una imagen en las entradas que dejo aquí. No sabía cual utilizar ahora: he elegido ésta que un día colgó Luisa Miñana en su blog y me encantó. Viene del sitio de la Fundación Sidar). Creo que fue Woody Allen quien escribió una vez que el infierno está lleno de abogados y corredores de seguros...se dejó a los banqueros. Seguro que estamos todos de acuerdo en esta afirmación, no lo dudo, pero estos días en mi trabajo hemos vivido dos circunstancias que nos reafirman en su mezquindad. A saber. .. Transferencia de nómina. Fichero con 80 órdenes de pago una de las cuales incluye la cuenta en un banco X de un señor que está cancelada hace tiempo. (Voy a omitir el nombre del banco aunque reconozco que me encantaría decirlo...por muchas razones). El susodicho banco X recibe la orden de abono...comprueba que la cuenta está cancelada....¡que demonios, SE LE ABRE OTRA Y PIS PAS!. Con un par oye. Y cualquier día vas tú, se te olvida el DNI y te dicen que vuelvas otro rato....¿que no? La segunda es aún mejor. .. Otra transferencia de nómina, otros 80 señores. Nuestro banco Y recibe el encargo de emitir los pagos y comprueba que la cuenta de uno de los trabajadores es errónea: el código de banco es incorrecto (si, no me preguntéis como es posible que el ordenador haya admitido un número de cuenta de un banco que no existe..¡porque el banco 0340 NO EXISTE!).. lo suyo es que nos hubiesen llamado para decir que no podían hacer esa transferencia porque había un error ¿no?, pues no. Hacen una búsqueda rapidilla y comprueban que ese trabajador tuvo en su tiempo una cuenta con ellos que canceló convenientemente pero que, misteriosamente, permanece en el limbo bancario y ha devengado 80 eurillos de gastos diversos....pues NO PROBLEM. Le abonamos la nómina allí, nos cobramos los 80 eurazos y que venga cuando quiera a recoger los restos. Como diría aquel: "pa mear y no echar gota". Eso sí, también hemos tenido el caso de intentar retroceder una transferencia, también de nómina, al comprobar que hay un error en la misma y oírnos aquello de: "no puede ser. El sistema es AUTOMATICO, no podemos modificar un fichero que ya nos habéis enviado....." grrrrrrrrr Hace tiempo que me hierve la sangre cuando publican a bombo y platillo sus magníficas cuentas de resultados haciéndonos creer que son unos gestores financieros que te cagas, lo que son es....me voy a callar, que no se puede empezar así el día. ¡Al infierno con ellos, vaya! (La imagen corresponde al cuadro "El banquero y su esposa", de Marinus Van Reymerswaele, 1539;Museo del Prado) Como si quisiera emular a Harvey Keitel en la magnífica Smoke, desde que comenzamos a subir al Pirineo tengo la costumbre de hacer una foto a La Montaña. La imagen lo merece, desde luego. No importa si la acaricia un atardecer ámbar O, por fin, la cubre la nieve Claro que Auggie, desde la esquina de su estanco, preparaba religiosamente su cámara a la misma hora y desde el mismo ángulo, y dejaba ver a la gente que pasaba. Aquí no hay nadie, solo el tiempo. Yo miro esa montaña desde muchos sitios, y ella siempre me devuelve una imagen hermosa. Desde el río… Enredada en otoño No importa, para mí tiene magia Lo malo no es que la cosa sea de dudoso gusto, no. Lo peor es el rato que pasaría el/la dueño/a en colocar los moñaquicos allí, en lo alto...y cada vez que quiera limpiarlos...aunque igual se pueden abrir esos ventanos....no sé, no sé... Si ya lo decía mi madre: ".. pa lucir hay que sufrir.." En fin; gente "pa tó". Que vaya bien la semana. El sábado volvimos a Pamplona, a la piscina. Estuvimos con Eva, que no tardó en meterse en el bolsillo a Ainhoa (siempre se muestra reticente ante las situaciones que no controla y la piscina, con tanta gente desconocida alrededor, la incomodaba un poco al principio). Nos enseñó a soplar dentro del agua y continuamos con su “tratamiento” intentando que no le asuste bucear, creo que lo vamos logrando. Obedece resignada, con ese gesto suyo que me precipita siempre a inundarla de besos y apretones (Daniel nos observaba, también en el agua, un poco enfadado por no poder participar). Debo controlarme, he de empezar a aplicarme el cuento y dejar de achucharla como si fuese un bebé….pronto comenzará el colegio y flaco favor le haré si me comporto como una madre pesada. El domingo reunión familiar: todos juntos, aunque él estaba solo en parte. Dice que Daniel es “uno de casa” y me arrasa el alma comprobar que mi hijo se ha quedado en esa parte de su cabeza que aún debe permanecer sana…o cuerda…o regada. Yo aún consigo un fogonazo en su mirada y eso me basta. Mis hijos siguen sonriendo, me encanta, y yo decido sonreír también. Es fácil. Cada día estoy más convencida de que la vida merece caminar por ella despacio, con calma. No siempre es posible, lo sé, pero no me quiero endurecer en exceso ni quiero volverme agria; sé lo que ocurre cuando esto pasa (lo veo en los demás) y no me gusta, no quiero eso en mi casa. (Foto de Jose Manuel Roy) Creo que todos los que nos hemos imbuido en esto de los blogs hemos comprobado en mayor o menor medida lo curioso que resulta establecer determinadas “amistades virtuales” y el poder que este medio tiene para acercar determinados temas a la gente. Quien visita esta página sabe que yo la utilizo para mi desahogo y para acercar un poco más, egoístamente, la discapacidad a la gente. En mi caso se trata de la acondroplasia; mi hija, ya lo sabéis, tiene enanismo óseo pero reconozco que desde ella me interesan y preocupan todas las discapacidades. Veo que no es vano este pequeño granito de arena cuando compruebo que gente que desde aquí me interesa, ajena a este mundo, abre los ojos para observar a los “diferentes” y se muestra receptiva a los temas que les atañen. Hoy he recibido una muestra de ello. Jorge, ese “amiguillo virtual” que tengo en Urdós (y al que conocí personalmente hace bien poco) ha colgado hoy en su blog un vídeo musical verdaderamente original.Os invito a que lo veáis, por favor. De antemano os digo que no es el tipo de música que yo llevaría en mi Mp3 pero desde luego el vídeo es una muestra de lo sencillo que es a veces acercar las discapacidades a la gente. Parece muy simple, si, pero es la primera vez que yo veo a alguien que se moleste por que un sordo entienda una canción…o un acondroplásico haga algo más que ser el Bombero Torero. Gracias Jorge. Cuando he visto la noticia en el periódico, esta mañana, me ha recorrido el cuerpo un escalofrío que aún me tiene temblando. El padre de mi amiga Patri, que lleva un montón de años viviendo en África, sostiene siempre que el apego que tenemos aquí a nuestros hijos, a los niños en general, no es universal. Que hay muchas zonas del mundo donde su vida no vale más que lo que puedan sacar de ella, que desde bien pequeños no se molestan lo mas mínimo en influir o ayudar a su suerte. Nosotros sentimos como un deber (y una devoción a veces) seguir los pasos de nuestros hijos: preparar el mejor bocado en su plato y la habitación mas alegre, temblar cuando unas décimas de fiebre alteran su sueño o cuando creemos que su progreso en el cole puede comprometer su futuro. No dejamos de mirarles a los ojos para comprobar que son felices y eso nos enorgullece, nos tranquiliza, y no tenemos duda de que nuestra forma de cuidar de ellos es fruto del instinto mas natural......pero no debe ser así. Creo que puedo comprender que unos adultos que tienen serias dudas acerca de lo que va a ser de ellos mañana o esta noche incluso (ya sea porque no tengan que comer o porque están envueltos en cualquiera de esos conflictos absurdos enquistados por doquier) no presten atención a determinados aspectos de la vida y el desarrollo de sus hijos o de cualquier niño, pero esto.... No puedo entender como alguien que diga ser persona puede actuar como la gente que se "ocupaba" de ese orfanato. No se como se puede vivir siendo responsable de una imagen como la que muestra la fotografía que ilustra la noticia en el periódico. Ya sé que no debo irme tan lejos para comprobar aberraciones con los niños, pero esta me ha impresionado profundamente.: "Los niños habían sido atados, desnudados, estaban cubiertos con sus propios desperdicios fecales; había tres personas que se cocinaban para sí mismas, pero nada para los niños", dice la noticia. Es infinitamente inhumano..... (La foto es de Fernando, un compañero de trabajo que estuvo en China hace un par de años. He preferido dejar aquí esta imagen a colgar la que viene en el periódico) Dice hoy Eduardo Punset en El Semanal: " Ahí van los diez mandamientos para no ser infeliz (en vacaciones) 1. No intente ser feliz todo el rato. La Felicidad es una emoción positiva universal y, como todas las emociones básicas, efímera. Ahora bien, cuando sienta ese gusanillo en su interior que le dice que se siente bien, dígaselo en voz alta a sí mismo: ¡estoy bien!" He sudado como una loca para llegar al lugar donde he fotografiado estas espléndidas margaritas. Pero he sido feliz de lograrlo y disfrutarlo. No hay más. Empecemos bien la semana. El otro día me mandó Jose Manuel Roy esta foto "cazada" en Florencia y me hizo gracia el cacharro. No me imagino quien demonios trabajará con semejante "fragoneta" pero yo no me fiaría miaja de esas ruedicas por no hablar del "repris" que debe tener el chisme ¿que no? Menos mal que mi querido Javier tiene mejor arma de trabajo, así estoy mas tranquila. La buena gente merece lo mejor. (Gracias desde aquí también por tu regalo hermoso) Mi "blog-amigo" Fernando, curioso él, me reta a participar en este meme que le ha llegado. Estas son las reglas del juego: Uf, creo que ya hice hace algún tiempo un ejercicio así...pero no me gusta rechazar envites así que allá voy contandoos mas cosicas de mi (a este paso me vais a conocer mejor que yo misma, je) Me parece excesivo pinchar a 8 personas con el meme así que lo voy a dejar al aire por si alguien quiere tomar el relevo. Eso sí, el que pique que avise...que también me gustará saber algo de los demás ¿eh?. Ala, y de propina, una fotico de infancia. Ya llevo tiempo rumiándolo pero el martes, en la reunión del colegio, nos lo dijeron bien claro: "..haced el favor de hablar bien con los niños en casa. Nada de "pupa", "chicha", "guau guau" ni esas tontadas. Las cosas han de designarse con su nombre" Y ya lo sé, tienen razón; pero jolín, me da pena. Es como cerrar definitivamente una puerta. Recuerdo una sensación parecida hacia el final del embarazo de Ainhoa: cuando la notaba moverse dentro de mí era plenamente consciente de que nunca más iba a volver a vivir aquello. Esa certeza de tener vida dentro era la última, es triste. Me gustan las palabras de los niños. Adoro el morrito que pone Ainhoa cuando dice "acund" en lugar de azul, y cuando me exige nerviosa que la deje ponerse sola los calcetines "yo, yo, catines, catines yooooo". A veces la obligo a propósito a que repita conmigo los números por el mero placer de oírla decir "quico" en lugar de cinco, suena tan tierno....ah, y cuando le repito el sonsonete ese: - Cura sana, cura sana, si no se cura hoy se curará.... - AMAÑAAAAA... - Je, je si cariño: mañana. Pero esta parte se acaba. Poco a poco. Se va haciendo mayor aunque no crezca y he de ayudarla. (Guardaré, eso sí, en mi memoria todas sus palabras junto con las de su hermano. Forman parte del lenguaje de esta casa). Esta tarde nos vamos de finde, adelantados, a disfrutar un poco juntos. Empezaremos pues la campaña. ¡Hasta el lunes! |
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