En una mano
Es la mano de Celia, la hija de Silvia (por cierto, desde que nació Ainhoa me fijo en las manos de "los otros" niños y me sorprenden sus dedos interminables. Empiezo a pensar que no tengo remedio)
Celia está con nosotros desde hace muy pocos días pero ya la queremos.
Hemos besado esa mano arrugadita de bebé y nos ha devuelto la ternura de la vida que empieza: la ilusión, el cariño, la risa, la confirmación de que el mundo sigue girando también de cara a la luz, .... la esperanza de lo bueno que queda por venir.
Porque hay otras manos que por desgracia comienzan a cerrarse, la de Celia trae esperanza; una mano pequeña que guarda el necesario e imprescindible consuelo.
8 comentarios
Todo-a-un-leru -
Besos.
Rosa.
Mamen -
Un abrazo
Luisa -
Un beso gros.
chispis -
un fuerte abrazo.
Isabel -
Nada mejor que la mano de un bebé para darnos la vida... a los demás.
Ybris -
"Iba a escribir palabras, como siempre
y mis ojos pasaron por azar
del papel a mi mano.
De pronto he visto claramente
por qué me escapo siempre de mis manos
y huyo hacia el papel.
Por éste nunca pasa el tiempo
ni lleva arrugas que delaten
la duda en su temblor.
Ni mi reflejo."
Por eso me refugio en lo que escribo más que en el tiempo que pasa.
Las manos son manos independientemente de la longitud de sus dedos.
Un beso para ti y pásale otro de mi parte a las manos de Ainhoa.
patri -
Inde -
Es verdad que con ellos llega el consuelo; pero, desde hace un tiempo, ni siquiera las vidas recién estrenadas me quitan el nudo de la garganta.