Momento cierzo
Iba tan absorta en mis pensamientos que tomé el puente por la cara norte en lugar de entrar por la más resguardada. ¡Bah!, me dije, ahora ya no doy la vuelta.
Con el primer golpe de viento decidí bajar un poco el ritmo de mi carrera (como siempre absurdamente acelerado) y empecé a sujetarme con disimulo a las “ranicas” de pretil: una, dos, tres ….
El cierzo bajaba furioso por el cauce del río sembrando de pequeñas olas su superficie. Helador, ensordecedor, inmisericorde.
En el centro del recorrido la violencia de las ráfagas era tal que mi único compañero de camino, unos pasos por delante, sacó las manos de los bolsillos para buscar equilibrio mientras yo intentaba avanzar “dignamente” sujeta al pasamanos de piedra cegada por mi propia melena.
Por un momento pensé en lo fácil que resultaría salir volando como una “Maripopins” caduca: fssssss………y ya está. Sanseacabó.
Que fragilidad. Que absurdo.
13 comentarios
ojal-a -
Ybris -
Cuando le pregunté cómo había hecho para llegar allí sin que el viento se lo llevará, me dijo que cuando veía que se lo iba a llevar se tiraba al suelo hasta que pasaba la racha.
Pues eso. Para otra vez ya lo sabes.
Mientras no te metas en un tornado...
Besos.
patri -
Maripopins caduca? Quién? Anda, que ya te vale! Besos
elbarzal -
Me ha encantado ese trocito de pensamiento ventolero que has puesto.
Besos
Santi -
39escalones -
Besos.
anagdner -
A mi el aire tampoco se me lleva, jeje pero la idea del señor estupendo no me ha parecido mala
badil -
Me veo de puente a puente al grito de ¡¡¡Baaanzaaiii!!! pa mantener la disnidá.
O pedíle a un buen señor que me dejara agarrame a su brazo
Elena -
Loreto -
Aquí tambien vamos con las piedras en el bolsillo,como sopla el maldito y a bajo cero el muy....
Besicos
entrenomadas -
K,
Marta
laMima -
Más quisiera yo...
Inde -