Un poco de Neruda
El martes, Fernando Sarría me regaló un poema de Neruda en su página. Reconozco que me hizo mucha ilusión.
Tengo este libro, "20 POEMAS DE AMOR Y UNA CANCION DESESPERADA", en el estante bajo de mi mesilla. Está forradito y todo. En la segunda página escribí en su momento: Ondárroa, 1981 Fiesta de la Primavera.
El departamento de literatura del instituto había organizado una fiesta para celebrar la llegada de la primavera con el fin de recaudar dinero y comprar libros para su biblioteca. Durante la misma iban proponiendo juegos a todos los que estábamos allí y el premio para el ganador siempre era un libro.
Pidieron que se acercara alguien con una margarita: yo llevaba un montón en el pelo....y mi premio fue ese libro maravilloso.
Tras el regalo de Fernando lo he vuelto a abrir y he descubierto varias páginas ya amarillentas "marcadas" con flores secas.
Este hermoso poema estaba en una de ellas.
Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.Pablo Neruda, 20 poemas de amor y una canción desesperada
7 comentarios
Leodegundia -
Un abrazo
patus -
Besos
Fernando -
LaMima -
inde -
LaMima -
Ay Luisa, yo siempre digo que, en general, a casi todos nos falta un punto mas o menos grande de responsabilidad hacia lo que decimos, hacemos, leemos o creemos.Seguramente en muchos casos se trata simplemente de dejar de mirarse al ombligo.
Gracias por el apoyo que leo en tus líneas. Un beso.
Luisa -
Me subí tanto por la parra con el post anterior, que no me salía ni escribir. No quería despotricar sin más. Quería reflexionar. Pero no pude. Hay cosas que parecen imposibles, pero se hacen: ¿cómo alguién culturalmente e intelectualmente capaz, y se supone que sensible, puede no darse cuenta de que está cayendo en la indignidad, en la falta de respeto? Eso es lo que siempre me preocupa sobre todo: lo limitadas que son nuestras cabezas.
Un beso.