Puntos de vista
Llevo días ensayando cómo contar esto, de veras.
Debería empezar diciendo que la niña, llamémosla Alba, entró al cole con el curso empezado y que siempre me había dado la impresión de ser un poco altiva a pesar de que es evidente la humildad (y el cariño) con que es arropada. Que tiene los ojos "marrones coca-cola", muy brillantes, es pizpireta, un puntillo descarada, guapetona, "charrina", larga.
También tengo que contar que normalmente es su abuela quien la acompaña por las mañanas. Que la mujer, muy pequeñita (seguramente más joven de lo que aparenta) lleva una melena lisa de pelo blanquecino que recoge a la nuca con un aire un poco infantil y que suele llegar jadeando un rato después que la niña porque Alba corre siempre como una loca para intentar estar la primera en la fila (aunque Ainhoa casi siempre le gana).
A menudo la abuela se entretiene charrando con las mujeres de la limpieza que salen en ese momento de dejar listo el cole. Suele enredarse con ellas buen rato y Alba, el otro día, protestó enseguida:
- "Yaya", cállate. Ah, es que mi abuela habla un montón. ¡Uy si hablaaa....!
No sé por qué demonios interpreté ese reproche como un signo de soberbia pero me duró poco la idea; inmediatamente Alba volvió hacia mí sus ojos chispeantes y susurró orgullosa:
- ¿Sabes?, es que mi abuela limpiaba este colegio. Bueno este no, el de los mayores...
...............y levantó la barbilla satisfecha como dejando que me relamiera de envidia. Estoy segura de hubiese utilizado el mismo tono para decir que era neuróloga, arquitecta o abogada. Me la hubiese comido por inocente, por hermosa, por sana.
La cosa es que quería contarlo porque a veces decimos que los niños son crueles y lo único que pasa es que ven las cosas de otra manera. Luego ya nos encargamos los adultos de estropearla.
7 comentarios
Mamen -
Elena -
un besito.
Elena
patri -
Ybris -
Que la vida le conserve a Alba ese modo de mirar las cosas.
Besos.
Elena -
39escalones -
Besos.
laura -