Todavía, de vez en cuando
El sábado volvió a ocurrir.
Como las veces anteriores siento el golpe al acostarme, mientras busco el cobijo del silencio y la oscuridad, cansada, incapaz aunque quisiera de oír su respiración desde mi habitación.
Como en un trailer desfila por mis ojos con ese bamboleo que empieza a ser característico: la desproporción de su cuerpo le obliga a buscar el equilibrio agitando los brazos y la cabeza en un gracioso vaivén que coordina perfectamente con cada paso que da.
Me veo observándola fijamente mientras mira la tele ensimismada: esa naricilla deliciosa, el brillo de sus ojazos negros, la cabeza grandota, la boquita pequeña…… “que guapetona está ¿verdad?” me dice su padre, y yo asiento convencida, “si, es preciosa” como si eso fuese lo importante.
Hace días que nos miramos en silencio cuando camina porque vemos que esa tibia se va arqueando, despacio pero quizás sin remedio (bueno, si, un quirófano).
Se añaden nuevas visitas al médico: parece que el oído izquierdo…. y ya he notado que este año sus compañeros de clase están más atentos a su diferencia, sorprendidos: al fin y al cabo se dan cuenta de que la pobre no les llega al pecho.
No pasa nada, esto estaba previsto, pero hay noches en que se presenta de frente, todo junto y no puedo evitar gritarme hacia dentro: ¿por qué?¿por que le ha tenido que pasar a mi niña esto? y empiezo a imaginarme lo que le viene encima y no sé …… me desespero.
Me viene a la cabeza la mujer del bombero torero en el reportaje de televisión: tan alta (dijo que a él no le gustaban las "bajitas"), tan rubia, mirando a su hijo y diciendo lo contenta que estaba porque el niño también era "pequeño", como su padre...ah, por favor, que inconsciencia, que..me callo.
Entonces lloro en silencio para que él no se entere pero con una rabia y un desconsuelo infinitos.
Todavía.
De vez en cuando.
Y nadie imagina lo que me jode seguir cayendo en eso.
22 comentarios
Lamia -
Isabel -
Poco puedo añadir aquí.
Te leo y te entiendo, porque los hijos nos duelen mas que nuestros propios dolores, pero seguro que Ainhoa con su fuerza, su sonrisa y esos padres que por suerte tiene y disfruta, será lo que le hagan salir adelante.
Besos fuertes.
Luisa -
No seas tan exigente contigo misma, querida mía. Y no te sientas tan culpable por querer que tu hija no tuviera que pasar por las cosas que va a tener que pasar. Que entendamos que todo ello debe estar considerado dentro de todas las diferentes normalidades del mundo, al igual que la condición de cada cual, no quiere decir que no duela, Inma. No tiene nada que ver, mi niña. Vamos sobreponiéndonos a ese sentimiento doloroso en todo el transcurso de cosas que hacemos para que ellos estén mejor, se integren, los conozcan, los quieran. Pero eso no quiere decir que no hubiéramos deseado para ellos evitarles las cosas duras por las que habrán de pasar, como siempre para cualquiera de los chicos a los que amamos. Date algún respiro. Tranquila.
Besos y abrazote largo.
Ybris -
Vuelvo para decírtelo. No comentaré hoy a nadie más. Hacerlo sin contar de donde vengo me parecería casi un sacrilegio.
Mañana será otro día.
Espero que para todos.
Abrazos
Ybris -
Te leo ahora y no te mentiré si, además de sentirme tocado por lo que dices y lo bien y sentidamente que lo dices, cuando te digo que en realidad esta entrada la tenía ya más que sabida aun antes de que la escribieras.
Son imposibles las ausencias de momentos así con ese ostinato de pregunta sin respuesta: ¿por qué a mí?
Como imposible es pensar en lo que yo mismo pensaba antes de que nacieran mis hijos: ¿Y si me tocara a mí?
No tengo palabras.
Solo tengo esta compañía de aquí.
Mía y nuestra.
Y un montón de besos para ti, para Ainhoa y todos los tuyos.
Vesania.- -
Aunque me joda infinitamente verte así.
No caben palabras, para qué?, si ya sabemos que Ainhoa es casi perfecta... es el casi, y el pobre, y lo pequeño, y el rosario médico....lo que saca las lágrimas algunas noches... y hace pensar EQUIVOCADAMENTE a su madre lo infinito de su lucha... pero no es así, ha mejorado todo mucho, y más que lo hará... aunque nadie dijo que fuera fácil sacar a un hijo adelante....
Anda sécate esas lagrimas que ya te has deshagado un poco y ya has recuperado la fuerza de nuevo. Otro día te dejamos otro bajón, pero no abuses ;-))
zerogluten -
A los hijos se les quiere demasiado. Es un amor tan profundo que a veces duele y duele mucho.
Al principio del diagnóstico de Martín lloraba casi todos los días. Luego me dí cuenta de que iba superándolo porque mis llantos empezaron a espaciarse en el tiempo, pero me siguen acompañando de vez en cuando. Aún así, creo que son necesarios, porque son como pequeñas burbujas de aire para poder seguir respirando.
Y te doy toda la razón, no es lo importante, pero es preciosa.
Mil besos cargados de cariño.
carlos -
Os dejo una frase de Alejandro Casona:
"Llorar, sí; pero llorar de pie, trabajando; vale más sembrar una cosecha que llorar por lo que se perdió"
laMima -
Dice bien Marta que las palabras tienen mucho poder (si lo sabré yo) y su reprimenda me sirve de escarmiento. He de poner cuidado.
Besos a todos.
Entrenomadas -
Y no puedo evitar decirte que hay una frase en el texto que no me ha gustado y que en privado te lo comentaré.
Mejilla que allá va un par de besos para las dos,
M
Juan -
Rosa. -
Un abrazo sevillano para ti y los tuyos.
Rosa.
blanca -
Tu animo, y cuando aparezca la maldita relidad a tocar los webs, pues te echas una llorada y a seguir
besos, guapa
Mar Garriga -
Creo que todos somos humanos y como tales, todos y cada uno de nosotros tenemos nuestros días mejores y nuestros días no tan buenos, me gustaría poder enviarte via telemática todo el positivismo posible y como si de otro trailer se tratara, que vieras esa película del futuro de tu hija, en el que otros y otras, en circunstancias distintas pero con elementos comunes, hemos pasado y por los que, después de un día nublado, el siguiente el sol resplandece con más fuerza y donde, detrás de una curva, viene una recta amplia y donde tenemos mayor embalación por la anterior curva que habíamos tenido que superar.
Todos te podemos decir que esas dudas son lo más normal en padres como los nuestros y como hija te digo que, desde la perspectiva de Ainhoa, ella seguro que ve una mamá fuerte y valiente que la quiere mucho y que, en el fondo, eso es lo que vale.
Adelante! Toma la carretera con precaución pero con el ímpetu suficiente para que no se te cale el "coraje" ante el primer vaivén. Los que pasamos por esa carretera te podemos decir que después viene un camino fácil! ;-) Muchos besos y abrazos! Mar
Inde -
Elena -
patri -
chispis -
piensa que afortunadamente para ainhoa vive en un pais en el que puede ponerle remedio a muchas de sus dolencias, tu misma lo reconoces. no es el camino mas facil y ojala no hiciera falta pero mira, si al menos existe la opcion de medicar, operar o tratar pues eso ya es una suerte.
un fuerte abrazo!!
chispis.
K114 -
Fernando -
Javier López Clemente -
Un día de esos de lloro, nunca recuerdo quien de los dos empezaba antes, nuestros pies se tropezaron, fue como una señal: Roto el silencio nos desbordamos en lágrimas que, en lugar de ahogarnos, nos ayudaron a sobrevivir, sólo a sobrevivir, ¡qué no es poco!
Tal vez, y sólo tal vez, sea bueno llorar a moco tendido, con el home cinema a todo volumen y en pantalla de cinemascope, quizás "él" y tu lo necesitéis, tal vez, sólo tal vez Inma, un minuto para los dos, sesenta segundos para que el desconsuelo y la rabia de diluya en el ácido de vuetras lágrimas, ¿qué son sesenta segundos?
Quizás sea el primer minuto del tiempo que te resta para que ya no te "joda" caer en eso.
Ay, y ahora me tengo que ir a la cama, pero antes voy a conjurar tu sueño, y el de "él", ¿sabes? yo a ese tipo que duerme a tu lado lo admiro sin conocerlo porque tiene la suerte de mirar a su alrededor y ver una gran familia.
Salu2 Córneos.
Harry Sonfór -
Un abrazo fuerte.