POR ESCRIBIR SUS NOMBRES
Sé que llego un poco tarde a la vorágine de POR ESCRIBIR SUS NOMBRES, de Víctor Juan, espero que sepa disculparme.
Acudí encantada y curiosa su presentación en Zaragoza y también un poco avergonzada por no haber conseguido hasta entonces el libro (si, ya sé que empiezo a cansar con la misma excusa, pero no por repetitiva es menos real: me ahoga el tiempo), fue un acto entrañable, ya lo conté aquí.
Lo cierto es que, de aquel día, atesoro ya un ejemplar dedicado por Víctor que el pasado fin de semana devoré ávida y que me ha dejado un regusto a ternura y dolor que aún me dura.
No pretendo ni acercarme a emular las hermosas crónicas que Marisancho, Luisa, Miguel Mena, Antón Castro...hicieron entonces del libro, y que recomiendo a todos que vean (se pueden encontrar recopiladas aquí).
Solo me gustaría contar que entre esas líneas he leído un cariño inmenso, un respeto, una admiración incomparable hacia unas personas que vivieron en circunstancias límite con una coherencia y honestidad admirables.
Querría decirle a Victor que su "fábula" me ha emocionado.
Que hay momentos, como ese en que Palmira busca como loca entre la ropa de Paco unas líneas de aire para respirar, que me han parecido tremendamente hermosos.
Que me ha sobrecogido leer el recorrido de Ponzán en ese autobús lleno de incógnitas que le lleva a la muerte porque además siempre me ha resultado especialmente doloroso pensar en la gente de la guerra, en el terror que vivieron y viven personas corrientes que se ven envueltas en conflictos armados:
".. el miedo les acompañaba diariamente, era un sentimiento tan familiar y cotidiano que se habían habituado a su mordedura, a vivir suspendidos en un abismo. Estaban acostumbrados al vértigo que produce el dolor.."
Aun así, Victor encuentra una forma de hacer entrar un rayo de sol en ese oscuro momento cuando uno de los guardianes silba "La última rosa del verano" y de esta manera deja que Paco "viaje" a casa de su amigo Ramón Acín donde una pajarita de papel bailaba al ritmo de esa música.
También él hizo sonar esa melodía en día de la presentación del libro, acompañando sus palabras, en un momento que me pareció precioso. Supongo que para Víctor siempre suena entre esas páginas.
Hermosa y dura historia de algo que pudo ser.
Una magnífica forma de dejarnos a esta gente admirable en el recuerdo..y bajo su mismo cielo.
4 comentarios
luigis -
Besicos
Luisa -
El libro es muy hermoso y muy emocionante, sí. Y te abre a muchos territorios, de eso que duelen, es cierto, pero imprenscindibles.
Me alegro de que lo hayas disfrutado, aunque pellizque. Yo también lo hice, mucho.
39escalones -
Besos
Entrenomadas -
Besos de sábado urbano y