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LaMima

'Incómodo', vaya.

'Incómodo', vaya.

“Desde siempre, y no recuerdo desde cuando tampoco, me ha sorprendido la sensación de incomodidad que me provoca a mí tener a un enano cerca.

Siempre ha habido como una especie de malestar frente a lo que no era común y quizás fascinado por ello me he dejado llevar a representarlo. Pero no porque alguien sea más alto o más bajo per se sino porque alguien extrañamente mucho más bajo se vuelve incómodo para mí”.

Juan Muñoz. Escultor

Esta fue la sorprendente declaración que escuché el viernes viendo el documental  Juan Muñoz, poeta del espacio que emitió la 2 de TVE (pinchad sobre el minuto 23:50 aprox.).

Me quedé helada: “le incomodaban los enanos” y lo decía como quien habla de un pantalón demasiado ajustado o un marciano (hablo en pasado porque falleció en 2001).

Ya conocía a Juan Muñoz. Lo descubrí hace tiempo gracias a la escultura Sara frente al espejo que podéis ver al principio de este post. Escribí entonces una entrada en este blog a propósito de mi visión de su trabajo  (Interpretar el arte: unas esculturas de Juan Muñoz) y en ella me atreví a comentar;

“No tengo ni idea de lo que Juan Muñoz pretendía con estos trabajos pero me gustaría pensar que para él no eran simples "figuras". Es más, el hecho de que tengan nombre propio me inclina a pensar que significaban algo más que su propia imagen, digamos, "disarmónica". Sara y George son seres humanos en la mente del artista.” 

Obviamente estaba equivocada.

Sara y George no eran personas para Muñoz sino “seres fuera de lo común” que le hacían sentir incómodo. Que alguien de su relevancia, supuestamente formado, caiga plácidamente en mantener un cliché tan ofensivo a las puertas del siglo XXI me resulta inaudito.

Y me ofende más el comentario si pienso que para sus esculturas utilizó modelos de carne y hueso (es más, creo que conozco a Sara). A ver, ¿no cruzaron ninguna palabra?¿no los vio caminar, sonreír, expresarse como cualquiera de nosotros? Entonces, ¿cómo puede referirse a ellos en esos términos?  Me parece una auténtica falta de respeto.

Y si en algún momento he tenido la tentación de pensar que estaba malinterpretando esas palabras (esta manía mía de ir y volver sobre mis pensamientos) llega esta otra confesión (sobre el minuto 25:15). Viene a propósito de un encargo que le hicieron para el Centro Gallego de Arte Contemporáneo en el año 1995:

Yo realmente no quería haber hecho esta exposición porque me obligaba a comprometerme con una imagen que había utilizado seis años antes que era la del enano y levantarla a otro ángulo de visión que era hacer el ejercicio femenino de la misma tipología y darle un valor que no fuera jocoso”

"El ejercicio femenino de la misma tipología" dice como midiendo sus palabras. Caray, simplemente le pidieron que centrara el tema en una mujer con acondroplasia. Pis-pas.

Observo con tristeza que nadie en ese documental se refiere a las personas con acondroplasia como tales seres humanos: son enanos, una imagen o una tipología. Eso sí: al menos en esa exposición del CGAC se le pidió evitar el tono jocoso (que es lo habitual con enanos ¿no?). Un detallazo.

Lo triste de todo esto es que, aunque esa entrevista a Muñoz tiene ya trece años, esa actitud sigue vigente. Estoy segura de que sus palabras solo me han abofeteado a mí (y a todos aquellos que vivimos cerca de la acondroplasia, claro) pero todavía demasiada gente continúa utilizando el cliché, el estereotipo sin tener en cuenta que habla de PERSONAS. No caen en eso, ya.

Juan Muñoz debería haber ido por el mundo con los ojos bien abiertos reconociendo las Saras, Héctor, Ainhoa, Angel, Lorena, Felipe, Ernesto, Yago, Lola, Lara....y tantas otras personas con enanismo que lo enriquecen sin "incomodarlo". Hubiese disfrutado un montón.

Ah, y queda claro que no valgo un pimiento como intérprete de arte pero bueno, me da igual. Mi Sara, esa que se mira en el espejo aceptándose y que a partir de ahí se deja inundar de color es mucho más real. Más positiva.  

Una persona de verdad, como mi hija, esperando un merecido y de momento costosísimo respeto.

12 comentarios

Rosa -

Yo pienso que cualquier interpretación que uno le quiera dar a una obra de arte puede ser válida... al menos, para ti mismo.
Después de todo el arte es en gran medida eso: subjetividad. Lo artístico, incluso más que en la obra en sí, o incluso más que en la propia interpretación del autor, está en las emociones y sentimientos que despierta en quien la contempla. Puedes hacer una obra hiper realista y con un significado complejísimo, pero si quien la ve no siente nada, mal asunto... claro, que incluso aquí hay quien discrepa, precisamente por eso: definir el arte, el sentido del arte, de las obras, qué es arte y qué no, es dificilísimo... creo que cada persona tiene su propia definición de arte, y su propia interpretación de las obras. Por supuesto, eso no quita que sea decepcionante y duro ver cuál es el sentido que el mismo artista le da a su obra y la intención con que realmente la hizo... pero si tú quieres seguir interpretándola a tu manera, pienso que puedes hacerlo sin que por ello te estés equivocando (de hecho creo que le daría más valor a la obra tu interpretación que el sentido con el que el artista la hizo)... por supuesto, nada de eso quita que las palabras del artista duelan, incluso encuentro algo indignante que diga que contrató a los modelos y estuvo con ellos supongo que por bastante tiempo, haciendo las esculturas, y dé a entender que se sintió incómodo. Quizá no se explicó bien: quizá al principio se sintió algo incómodo y luego, conforme fue conociendo a Sara y George se dio cuenta de que esa incomodidad era absurda y estaba simplemente ante dos personas exactamente iguales que cualquier otra... sea como sea, si a ti te gustaron las obras al principio y te resultaba agradable verlas e interpretarlas a tu manera, nadie te quita que para ti misma y sigas haciéndolo y que sigas diciéndole cual es el sentido que tienen para ti esas obras, independientemente del que les dio el autor.
No sé si conoces esta otra obra (mucho más antigua):

http://www.homines.com/arte/escultura_egipcia/enano_seneb_familia.jpg

Es del antiguo egipto... había varias por el estilo. Según vimos en clase en primero de carrera, mucha gente las considera una curiosidad, sin embargo esta obra es todo lo contrario: sigue el mismo cánon que seguiría cualquier representación de cualquier otra persona de su clase social (si no recuerdo mal, era sacerdote en la corte egipcia) de la época, con la diferencia de que está sentado al pedestal con las piernas cruzadas (para equiparar su altura a la de ella... los de abajo son los hijos, en Egipto se solían representar así los niños). Así pues, si las de Juan Muñoz representaron para el autor "incomodidad", estas en mi opinión son un ejemplo de normalidad, tan respetable y tan solemne como cualquier otro sacerdote, ni más ni menos.
Bueno, para no extenderme más... me gusta tu interpretación de George y Sara, para mí sigue siendo la verdadera.
Un abrazo.
Rosa.

laMima -

Venga Fer, cuenta. Me has dejado intrigada..

Fernando -

pues vi esa exposición en Madrid y me dejó muchas cosas dentro...besos.

laMima -

Yo también pasé por ese punto dando vueltas a las declaraciones de Muñoz; admite avergonzado tener una actitud injusta. Vale, me la voy a creer.
Pero ¿es esta la forma de superarla?¿realmente le interesa salir de ahí o explota la vena "artística" de su "problema"? es que yo no veo ningun esfuerzo en ese sentido, piénsalo.
Muñoz reconoce una incomodidad hacia la gente con enanismo que es tristemente común (¡la de gente que me lo niega!), como puede ser la que tú reconoces tener hacia los paralíticos cerebrales.
¿De donde viene?, del desconocimiento, de la no integración, del trato esporádico.. de la separación de continuar marcando una línea entre "discapacidad y normalidad". No hay dos mundos.
Solo necesitamos abrir los ojos, compartir, ese sanísimo ejercicio nos lleva a superar todo esto con una naturalidad pasmosa.
Mira, no hace mucho hablaba con una amiga que tuvo hace un par de años una niña con Síndrome de Down. Me contaba lo que había llorado el primer día que fue a su asociación y estuvo con adultos...la entendí perfectamente. Tampoco yo me sentí bien la primera vez que hablé con adultos acondroplásicos después de nacer Ainhoa. Creíamos (ambas) que ese no era nuestro "mundo"..pero lo es ¡claro que lo es!. Como el de esa niña Down, como el de Daniel (de Unblogparadaniel) ... solo hay que aplicar el sentido común y dejarse llevar por la evidencia.
Eso es lo que Muñoz, creo, ni siquiera intenta. Continúa alejándose de ellos. si realmente hubiese querido olvidarse de esa "incomodidad" hubiese hablado, compartido cosas con sus modelos..no hacía falta nada más. Cuando conoces y tratas a una persona hay muchísimas cosas accesorias que dejas de tener en cuenta. Siempre.
Igual es que eso da poco juego artístico, no sé, pero desde luego es una actitud bastante mas respetuosa. De todas formas insisto en que en ese documental no es el único que los trata como "cosas".
Fíjate, ¿has visto la publicidad que están haciendo de la versión del cuento de Blancanieves que rueda la Verdú?. Super-original, oye. Rodada en blanco y negro, muda y ¡que original!, los siete enanitos son ¡toreros!. Con un par.´
Pero bueno, esta será otra historia.
Besos grandes y gordotes.

Lamia -

¿Puede un beso contribuir a paliar tu desazón? Pues ahí va.

Robespierre -

Es delicado el asunto y, cómo todo, tiene múltiples aristas.
Fíjate que yo no advierto la misma intención que tú en las palabras de Muñoz. El reconocimiento de su "incomodidad" es (así lo entiendo) un ejercicio de superación de algo que él mismo reconoce injusto y absurdo; en definitiva, admitir nuestras emociones reales nos permite superarlas. Más cómodo sería hacer una declaración "políticamente correcta", quedar bien... pero seguir guardando lo que sentía. Reconocerlo es pura autocrítica, plasmarlo en escultura, es un homenaje que pretende liberar culpas. Con eso él asume que el "problema" parte del propio autor y que eso no debe ser así. Cambia la mirada hacia el sujeto de su "incomodidad".
Lo de "repetir la misma tipología", no es una expresión muy afortunada (puesto que demuestra que todavía hay culpa en su interior), y además porque a los artistas no les suele gustar copiarse a sí mismos. Tampoco hubiera sido aceptable que hubiera dicho: "No quería volver a trabajar con la figura del enano". Así que se encontraba en una situación difícil.
Esta incomodidad, que reconozco insoportable y que hace que me sienta fatal, me ha ocurrido en alguna ocasión con paralíticos cerebrales. Eso no hace indigna su realidad, sino la mía. Y por eso mismo intento superarla, superarme.
Al fin y al cabo, el género humano es diverso, variable, complejo y la noción de "normalidad" es una pura invención, pues no existe (sea más visible o menos esa variabilidad).

Un beso (pequeño e intenso)

esther -

Que fuerte no fui capaz de ver el enlace que subistes al face, pero vamos que me he quedado muerta, como pudo hablar asi de otros seres humanos , patetico, me ha revuelto el estomago, hay Inma que racha de toparse con desalmados, pero nosotras seguiremos luchando al pie del cañon., besos guapa

laMima -

Ýo también lo veo así Mónica; el verdadero arte está lejos de los que no sienten. De eso se trata.
Elenica...tu empatía es un auténtico tesoro. Gracias.

laMima -

Si Mari, demasiada "ombliguitis". "Siempre, desdenosecuando, me incomodan"; ¿por?¿conoces a alguna persona así?¿has hablado con ella?...¿?
Al final resulta demasiado teatral todo esto. Justificaciones sin fondo. Ná.

Inde -

Yo ya te dije en el feis, a vuelapluma, lo que me sugirió esta historia en el momento. ¿"Se le vale" como artista? Pues bueno, se le debe de valer, visto que adquirió notoriedad e incluso se le pidió ESA instalación en concreto... Otra cosa es qué piensa la gente. La obra está ahí y fíjate, en un principio pensamos otra cosa. Finalmente, el artista habla y nos rompe la imagen. Pues se carga, directamente, su validez como artista (en este caso) para mí. Demuestra que está por encima de la realidad, que vive en su propio mundo "yoísta" y está ABSOLUTAMENTE ajeno a lo demás. ¿Ese es el tipo de artista que deja huella, o es flor de un día?

Mónica Lou -

Creo que el arte existe precisamente para despertar opiniones y sentimientos, y tu escrito me parece muy acertado y sincero.
El verdadero arte está lejos de los críticos que nunca han pintado, bailado o sentido.
Tengo la suerte de compartir la vida con una persona un poco más bajita que yo y os puedo asegurar que en muchos aspectos se eleva por encima de todo.
En el aire y en el agua no hay altos ni bajos.
La vida es algo más que un plano terrenal.

elena -

Hola wapa!! al ver la foto me he dicho ¡pero si ya puso este post tiempo atrás!...al leerte me doy cuenta de QUÉ ha pasado. ¿Incómodo le hacían sentir?...jilipollas que era él..¡manda huevos!. El otro día cenando (sssshhh, en Ibiza, je,je..) se sentó al lado nuestro un chaval de unos 2algún años, con barbita, muy mono...y también bajito. No tenía acondroplasia, pero sus brazos y estatura, decían que padecía un tipo de enanismo (me recordó mucho al padre Roloff)... pasa una familia con 2 críos, el mayor de 12 años mas menos, y le mira, sigue andando (mirándole), camina y vuelve de nuevo la vista atrás.. en eso que voy y le digo a mi esposo, ¡si yo soy la madre, le metía un cate en el cogote, leches!...que digo yo, que aún dentro de la normalidad del individuo, es curioso ver a una persona baja y es difícil no ser observado unos segundos...Eso es una cosa, pero otra es la mirada de alguién que no le gusta lo que ve....en fin, no vivimos en un mundo perfecto pero podemos hacer mucho para que todos vivamos con respeto. Ole por tus palabras, ... te admiro mucho. Bss