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LaMima

Llovía

Llovía

.... después de tanto tiempo; lo echaba de menos.

Caía la noche cuando fui a recoger a Daniel de sus piraguas y me pareció imposible que solo un par de semanas antes estuviéramos esperándolo junto al río con las gafas de sol calzadas.

El mundo sigue dando vueltas y comienza el tiempo de la noche temprana, las rutinas y la casa.

Creo que necesitaba esa calma.

7 comentarios

Elena -

Es necesaria esa calma después de un verano agitado. El otoño me gusta, el color y el olor de las chimeneas de los pueblos de las sierras...mmmmm, bienvenido otoño!!!

zerogluten -

La verdad es que se agradecen las lluvias al final del verano. Duran poco y agradan mucho.
Me alegro de volver a "verte".
Besitos sin gluten

laMima -

Si, decididamente (ya lo he dicho por aquí de vez en cuando) yo soy de otoño...y me gusta.
Creo que, como dice la Alpaca, hace falta ponerse la chaqueta para desear quitártela ¿no?.
Por cierto, la foto es mía si (cuando las fotos que cuelgo no son mías procuro decirlo) y está hecha con el móvil. No iba conduciendo, tranquis.

Alpaca -

Yo también soy de invierno. No me imagino vivir en un lugar sin estaciones del año y con temperatura constante. Yo necesito el polar, y el abrigo, el tiempo suficiente para desear quitármelo otra vez.

Besote

PS: ¿la foto es tuya?me encanta, en cuanto llegue te la robo. Además para mi es un lugar muy especial.

elbarzal -

Sí, coincido, el otoño tiene unos colores preciosos y tardes de chaqueta de lo más agradables. Las rutinas, debidamente interrumpidas por las vacaciones, nos devuelven algo de tranquilidad y también de un grato bienestar. Hala, disfrutémoslo.

Un abrazo

Inde -

Ay, Mima: si es que a ti de toda la vida te ha gustado el otoño... ¿Será porque eres nacida en octubre y hay algo inconsciente por ahí que te une a "tu" estación?

Pero ciertamente el otoño es precioso. Si le quitamos el "plus" de melancolía que nos trae cada año, sería ferpecto.

Ybris -

Necesaria ciertamente esa calma, Inma.
También aquí hemos pasado de bañarnos el domingo pasado con el agua a 22 grados a encender el fuego con el exterior a 10 grados.
Nunca nos falten los momentos íntimos.

Besos.