Mujeres y hombres
En el último mes he leído, por este orden, la última entrega de la trilogía Millenium (La reina en el palacio de las corrientes de aire), La catedral del Mar y Persépolis.
He podido, también, disfrutar del imprescindible momento de calma para ver por primera vez La vida secreta de las palabras, de Isabel Coixet y por tercera o cuarta la impactante Buda explotó por vergüenza, de Hana Makhmalbaf.
Al margen de cualquier consideración acerca de la calidad literaria, cinematográfica o incluso el rigor histórico de las obras que menciono (y cuya elección ha sido resultado del más puro azar), encuentro en todas ellas un denominador común: el abuso, la violencia contra las mujeres.
Suecia en el siglo XXI, España en el XIV, la antigua Persia a lo largo del siglo XX, la inexplicable guerra de los Balcanes o Afganistán; no importa el lugar o la fecha, todo se repite.
No hay diferencia entre el supuesto “derecho” de los nobles a ser los primeros en “yacer” con las campesinas de su feudo (o incluso a disponer de su vida con los motivos más peregrinos) y el que creen tener unos hombres (por muy en guerra que estén) para secuestrar a dos jóvenes universitarias y encerrarlas en un hotel para, un día tras otro, ser objeto de todo tipo de vejaciones por parte de quien quiera utilizarlas. Por no hablar del que cree poseer quien maltrata sistemáticamente a su pareja (o a su propia hija) hasta hacer de ella un vegetal o esos que con toda tranquilidad obligan a una legión de mujeres a convertirse en un fantasma sin voz ni voto tras una sábana negra. “Demonios” dicen que somos, tiene bemoles.
Todo esto está ocurriendo así que no nos debemos llevar las manos a la cabeza cuando nos muestran a unos niños “jugando” a lapidar a una pobre cría que solo quiere ir a la escuela para aprender historias.
¿A quién se le ocurrió todo esto? ¿dónde empezó? ¿acaso los hombres temen a las mujeres?, y si es así ¿por qué? ¿como es posible que siga siendo tan actual? porque si resulta difícil encontrar motivaciones, más aún lo es justificar la sutileza y crueldad con que esas actitudes se están manteniendo en nuestros días.
No entiendo nada, no encuentro el hilo real de todo esto. No se trata de la liberación feminista, ni del dogma religioso (ese que los hombres ponen en boca de un Dios) ni de supuestos patinazos fruto de la ignorancia, no, no me lo creo.
No dejo de dar vueltas a la escena final de la cinta de Makhmalbaf, cuando el pequeño Abbas grita a la deliciosa Bakhtay que se haga la muerta para que la dejen tranquila.
Me pone los pelos como escarpias cada vez que lo escucho:
“Bakhtay, muérete, si no te mueres, no serás libre”
(La imagen es un fotograma de la película Buda explotó por vergüenza, precisamente el momento en que Abbas dice esa terrible frase).
9 comentarios
tEO -
badil -
EL último que se lleva por delante a la mujer, profesor de filosofía. Lo flipo. Como te descuides le daba ética a , por ejemplo, nuestros hijos.
Lo mismo les parece una burrada, pero la única diferencia que le encuentro con las lapidaciones es que ,en vez de ejecución coral, lo interpreta un solista.Pero en el fondo es lo mismo, negar el derecho a una vida propia.
patri -
Me horroriza ver cómo continua este abuso, los malos tratos, los asesinatos,las actitudes machistas de los más jóvenes... no hemos aprendido nada, qué pena.
Y cambiando de tema: qué ganas tengo de tenerte por aquí, maja!! Besotes
Ybris -
Estoy convencido de que si se encontrara el sistema de aumentar la fuerza física (La moral ya es superior en ellas) de las mujeres hasta superar la de los varones se daría automáticamente la vuelta a la tortilla.
Lo cual no sería más justo, pero por lo menos permitiría variar el sistema por temporadas.
Besos.
laMima -
Lamia, sé que esas actitudes en veinteañeros siguen en boga, fíjate lo que cuenta Santi.
Me ponen los pelos de punta, ellos sobre todo. ¿Qué nos espera con gente así?...
Tampoco a mí me gustan ciertas acttudes de los colectivos feministas Inde, sobre todo porque demasiado a menudo se pierden en tontadas (os/as) y olvidan lo que realmente necesita el colectivo. Paso a paso.
Lamia -
Santi -
Inde -
Y, encima, en nuestros avanzados países occidentales, la "revolución feminista" se ha trocado en una engañufla total...
Elena -