El fin de una etapa...y una esperada Guía.
Como sabéis, el pasado lunes Ainhoa cumplió (¿ya?) seis años.
Como era de esperar ella ha estado la mar de contenta; llevaba casi dos semanas haciendo y deshaciendo su lista de invitados al evento, engrosando otra de regalos imprescindibles y romanceando cada mañana su particular cuenta atrás así que le supieron a gloria tantas (¡tantas!) felicitaciones como recibió y tantos (demasiados) regalos que le hicieron.
También yo he disfrutado viéndola feliz, comprobando lo mayor que se ha hecho y cuanto se hace querer por quienes la rodean aunque he de reconocer que para mí no es fácil repasar los recuerdos (cada vez más “acolchados”, eso sí) que me vienen a la cabeza en estas fechas. Además este cumpleaños ha marcado un punto final temido: al llegar a los seis años Ainhoa deja de tener la opción de recibir Atención Temprana.
Se acabaron los madrugones de los martes y jueves (durante todo el año), si, pero fundamentalmente se acabó la fisioterapia con Bea (siempre con ella), las revisiones con Teresa (rehabilitadora), con Raquel (neuropediatra) y en definitiva el apoyo y el contacto continuado con un centro y un grupo de profesionales (todas mujeres, curioso) realmente entrañable y fantástico.
Me siento como desvalida, no sé. Que Ainhoa acudiese a esas dos citas semanales allí me ha proporcionado a lo largo de estos casi seis años la tranquilidad de un control de su evolución que ahora habré de buscarme por otros ámbitos. Afortunadamente las cosas han cambiado mucho en este tiempo y, gracias a la Fundación Alpe y a sus colaboradores, tengo una idea clara de lo que mi hija necesita y estoy de lleno en ello (osteópata, ozonoterapia, piscina…) pero no es lo mismo, no.
Ya conté en su momento que, inexplicablemente, mi llegada a la Atención Temprana no fue el resultado de una derivación desde el hospital donde nació mi hija; hizo falta encontrar Alpe para saber que existía algo así.
No sé muy bien el motivo pero me temo que los médicos que nos atendieron ni se plantearon que ella tenía la necesidad y el derecho a recibir ese importante apoyo. Desgraciadamente esta dejadez ha sido muy frecuente en los casos de acondroplasia (ya lo expliqué aquí) así que hasta hace bien poco ni siquiera los centros de Temprana tenían una idea clara de la atención que necesitaban nuestros niños (como no veían a ninguno…..)
Para la Fundación Alpe conseguir que nuestros hijos fueran inmediatamente incluidos en estos programas ha sido un objetivo desde el primer momento. El siguiente era el de elaborar un protocolo de actuación que facilitase el trabajo de los centros de temprana que ven por primera vez a un niño con estas características.
Bueno, pues esa ayuda ya tiene forma. Se llama GUIA DE ATENCION TEMPRANA EN ACONDROPLASIA. CON OTRA MIRADA y fue presentada durante el pasado congreso en Gijón. Mirad que chula:
La guía es el resultado de un trabajo de investigación financiado por Fundación Alpe en colaboración con el Departamento de Psicología de la Universidad de Extremadura y donde ha resultado fundamental el trabajo de la gente del equipo de Atención Temprana Aprosuba 14 de Olivenza (Badajoz).
El formato me ha gustado mucho; es bonita (no parece un tocho técnico) sencilla, completa y está bien estructurada en apartados para acceder a la información que uno precisa (introducción a la acondroplasia, la entrada en la atención temprana, áreas a trabajar, coordinación con otros ámbitos….). Además va a acompañada por un CD que incluye todos los contenidos sobre la intervención práctica así como la documentación que se ha considerado interesante o necesaria para profesionales y familias.
“El papel del niño es vivir su vida, el de sus padres, el de los profesionales, el de su entorno es ayudarle a vivirla de la mejor manera posible”, dice Carmen Alonso en su presentación.
Bienvenida pues esta herramienta lista para ayudar hecha con ilusión, con profesionalidad y, sobre todo, con mucho cariño.
Ahora solo hace falta que las administraciones (sobre todo sanitaria y de servicios sociales) se tomen definitivamente en serio esta discapacidad y faciliten el acceso de los niños con acondroplasia a esta importante ayuda. La parte más importante del trabajo la tienen hecha ya.
De lo que ocurre cuando cumplen seis años….hablamos otro rato.
(En cuanto sepa hacerlo dejaré el enlace al pdf para que podáis echarle un vistazo. Seguro que os gusta).
11 comentarios
Sheila -
m -
Yolanda -
patri -
Cómo me impresiona esa frase de Carmen! Felicidades a todos, porque conseguís mejoras importantes en la salud de vuestros hijos... qué hay mejor que eso?
Besos
laMima -
Bea, la fisio de Ainhoa, me contaba un día que a veces también los niños necesitan un respiro y los dejan un tiempo de "vacaciones". Ya sabes que, a veces, los involucramos en demasiadas terapias y acaban agotados. A ver por donde sale Martina. Ya contarás.
María -
Entiendo perfectamente tu sensación de desamparo porque yo la he tenido igual. Y me alegro un montón de que contéis con el apoyo de Alpe y con esa maravillosa red de familias con quienes compartís información, recursos y cariño.
Se abre una etapa nueva para Ainhoa y para vuestra familia. Se hace mayor! Si lees en inglés creo que te gustará este post de Hopeful Parents
http://www.hopefulparents.org/blog/2010/11/3/dont-cry-for-me-typical-mom.html
Un beso!
Luisa -
En cuanto a los años que pasan: Ainhoa crece, las cosas irán cambiando también para su acondroplasia, para lo que ello representará en su vida, cada etapa tendrá sus circunstancias al respecto, como en cualquier otra cosa que le ataña; aunque ya sé que ésto será siempre crucial. Y lo mismo será para vosotros. Besotes
laMima -
Rosa -
Ahora a ver cuáles son las próximas etapas que vienen, y espero que todas trascurran y acaben, como mínimo, igual que ésta.
Besos.
Rosa.
Inde -
Ybris -
Pero en tu caso parece que las etapas vencen con objetivos bien cumplidos.
Esa guía parece un buen acompañamiento. A ver si puedes dejar pronto un enlace para verla.
Besos y felicidades otra vez a esa preciosa seisañera.