Cuentos de chicos
Como quiera que en el post anterior todos habéis tenido a bien añadir a vuestras lecturas las que os vienen de rebote desde vuestros hijos, os voy a presentar los cuentos del momento en mi casa.
Por un lado cada martes aterriza por aquí un librito procedente de la “biblioteca” que este trimestre se ha puesto en marcha en la clase de Ainhoa.
La idea es chula: cada semana traen un cuento a casa que hemos de leerles (repetidas veces, claro) para luego intentar que hagan un dibujo alusivo a la historia en una hojita que cada martes vuelve al colegio.
El primer cuento que trajo era una sosada monumental: solo cinco páginas con unos dibujos mas bien normalitos (con los dibujantes tan estupendos que hay por ahí, famosos o no) y en los que no había escritas más de media docena de palabras por página;
.. El gato
……….
.. La oca
……
.. Mami, léeme el “puento”
.. Esto es el "puento", que no hay más hija
.. Yo quiero el "puentoooooooo"
Vamos, una pena.
Afortunadamente a partir de la segunda entrega hemos conocido a Emilio y Lilú que, aunque tampoco son para tirar cohetes, nos dan un poquito más de juego. (Eso sí; lo de conseguir que dibuje algo que tenga que ver con la historia es desesperante, ¡arg!).
De todas formas, y de momento, los cuentos que más veces tengo que leer a mi hija son los de la Colección Pequeña Tina, de Roxer Ríus. El miércoles, sin ir más lejos, encontré dos en un puesto de libros de Paseo Independencia y nos faltó tiempo para leerlos al llegar a casa.
¿Qué por qué le gustan? supongo que porque pasa algo; porque tienen una sencilla historia que le interesa.
Porque Tina es una niña a la que llaman la atención las mismas cosas que a ella, los dibujos le atraen... y además al final del librito hay un resumen del cuento en forma de pictograma que le encanta repasar (lo hace muy requetebién por cierto) para demostrarme orgullosa que se ha enterado de lo que le he contado.
¿Por qué me gustan a mí?, pues supongo que porque le gustan a ella. Y porque da la casualidad de que Tina es pequeña, muy pequeña, tanto que su papá la lleva al campo dentro de una cesta, se esconde cuando quiere entre los pucheros de la cocina o utiliza una seta de sombrero.
Ella es pequeña, pero eso no es un problema para nadie y eso, supongo que lo entendéis, me llena.
8 comentarios
Javier López Clemente -
Me gustaría que me recomendaras un libro con cuentos para CONTAR a niños entre tres y seis años.
Si lo haces vía mail, mejor, más que nada porque es posible que me pierda en el camino de vuelta, ya sabes, no tengo migitas de pan en el bolsillo de mi pijama
;-)
Gracias.
Salu2 Córneos.
Todo-a-un-leru -
Ese librito de Tina se ve entrañable, me gusta ese dibujo abrazando a su padre.
Mi madre me leía los "puentos" de Disney (y mi padre, que se empeñaba en darle una voz a cada personaje), y creo que mi afición a la lectura fue gracias a eso... aunque en cuanto aprendí a leer me aficioné a Mortadelo y Filemón y no paré hasta leermelos casi todos, y eso que tienen bastantes connotaciones políticas que entonces no entendía, pero me hacían gracia.
Besos.
Rosa.
patri -
Mamen -
Yo aún recuerdo cómo empezaba mi padre los cuentos, y cómo con la misma entrada ritual, se los contaba a mis hijos.
Hay frases rituales a los cuentos que siempre deberíamos utilizar,para empezar y para acabar, cada uno la que quiera, pero decirla siempre, sin pereza.
Un abrazo.
Inde -
Me apunto la recomendación de Tina, qué bueno.
...y qué bueno el cabreo de Ainhoa porque "no hay puento": a ver si se enteran los autores y editores de libros infantiles: los niños de tres años y medio se cabrean ¡CUANDO NO HAY PUENTO!
:)
Elena -
Una requetesonrisa. Elena.
chispis -
el libro de tina suena bonito. gracias por la recomendacion :)
besos con letras !!
Ybris -
Y hay que reconocer que algunos son un poco rollos.
Besos