En pinzas
He ido al cole a llevar los libros de Ainhoa gracias a que mi amiguica Encarna estaba libre para hacer de chófer y "acompañanta"; un lumbago fulminante ha terminado de momento con mi autonomía. (Que demoledor es sentirse tan vulnerable, tan en pinzas, y que bueno tener cerca amigos dispuestos a echar un cable).
Pero bueno, lo hemos conseguido y, en este punto, solo puedo decir que la profesora me ha parecido encantadora y receptiva. Y que no he visto la silla adaptada para mi hija por ninguna parte, así que la cosa promete.
Lo malo es que los relajantes musculares me atontolinan una barbaridad y, a pesar de estar sentada con la almohadilla eléctrica en la paz de mi casita, sola, me cuesta organizar el ataque. Mientras me centro voy escuchando musiqueta, y leyendo...
4 comentarios
Harry Sonfór -
Elena -
39escalones -
Besos
Luisa -
Bueno, en serio, guapa: ya sabes, siempre hay que darle vueltas a lo mismo; reconozco que es agotador, pero fíjate: ¿a que todo ésto que ya te suena tiene otro cariz que la primera vez?: ventajas de las heridas de guerra.
Y hablando de heridas: cuida el lumbago y apelealo un poco con un buen masaje, que va de miedo...
Besicos (de hernia discal amenazante, too)