La tarjeta
Llovía con furia desde hacía unos minutos y casi fue un alivio parapetarse en aquella gasolinera.
El bajó del coche, se puso los guantes de plástico y comenzó a llenar el depósito mientras yo buscaba la tarjeta en mi monedero.
Con ella en la mano y memorizando el importe me acerqué a la caja del establecimiento.
Cuando la dejé junto a mi DNI sobre aquel mostrador atestado de chicles, caramelos de regaliz y reclamos varios no pude evitar reparar en esto: VALIDA HASTA 03/12
Por un momento sentí el inquietante vértigo de lo incierto.
7 comentarios
Vesania.- -
a mi me pasa continuamente... eso de leer mentalmente diciembre y decir, coño mayo!!, coño!!!, no coño, 2012! joder! uf!
jajajaja
patri -
Lamia -
Inde -
Queda chulísimo decir esto, ¿eh? Jejeje... Pues que sepas que yo también me agobio.
39escalones -
Besos.
Fernando -
Elena -