Todos los años igual: llegan las pre-navidades y empieza el estrés juguetero este que es un sinvivir.
Ainhoa lleva ya dos días paseando por casa con dos megacatálogos y su carta a los reyes (no le queda hueco en el que garabatear) y yo, como siempre, voy intentando memorizar sus preferencias para luego hacer la justa selección que la economía y el sentido común obligan, que falta hace.
Bueno, a lo que voy ¿que me decís del gatico ese de la foto?. Bueno, ese bicho está en el número uno de todas las listas de mi hija. Se llama "Lulú mi gatita cariñosa" (en sentido literal, que no se me vaya nadie por los cerros de Úbeda porfa) y segun reza en la publicidad :
Lulú, mi gatita cariñosa
Lulu, es una gatita interactiva con la cual puedes jugar. Puedes acariciarle y responde a tus caricias con maullidos y ronroneos. Se lame sola los bigotes y se tumba hacia atrás para que le acaricies su barriguita, hasta que se duerme, cerrando los ojos.
Mon mari torció el morro cuando la vió en el catálogo "ostras, que cosa más fea" pero yo, como tengo claro eso de que en gustos no hay nada escrito aún le daba el beneficio de la duda y he ido hoy a unos grandes almacenes a verla en directo.
Qué lástima no haber grabado en vídeo la cosa esa porque si os parece inquietante la mirada de la misina en la foto no os quiero contar lo que supone tocarla y que comience a maullar moviendo la cabeza mecánicamente. Ufffff....que miedooooo..
¡Con lo que me gustan a mí los gatos de verdad! pero esto no, ni hablar, que seguro que me provocará pesadillas "pa cutio". Del precio mejor no hablamos, así que aquí me tenéis maquinando como hacerla cambiar de idea. Ays...
(He cogido la foto de aquí)