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LaMima

Visitas de barro

Visitas de barro

El viernes pasado tuvimos la revisión anual de Ainhoa en el traumatólogo.

Pura rutina; por suerte, salvo el (de momento) leve arqueo de la tibia derecha y la inevitable lordosis, no manifiesta ningún problema que nos obligue a visitas más serias o frecuentes.

Como ocurrió hace un año, el médico estableció enseguida una sutil distancia conmigo y se concentró más en dar las explicaciones sobre lo que le ocurría a mi hija a la estudiante que tenía en prácticas que a mí, que soy la interesada.

Esa frialdad, esa actitud tan calculadamente distante (y pelín soberbia, todo hay que decirlo) sobra; me parece innecesaria por no decir una falta de educación.

Aguanté como pude su impertinente bisbiseo mientras informaba del estado de los pies y piernas de mi hija (que posaba divertida sobre el cristal) aguzando el oído como si yo fuese una cotilla y la cosa no tuviese que ver conmigo. Incluso evitó mirarme a la cara mientras hablaba del protocolo de elongaciones.

La elongación.

.. “Solemos comenzar sobre los nueve años” le dijo, muy profesional él, y a mí me dio un pequeño vuelco el estómago mientras la estudiante sonreía sorprendida y, me pareció, asustada.

Nueve añicos. Mi niña.

.. “Se elonga un milímetro diario, en dos veces, pero han de permanecer con los fijadores sobre seis meses.”

..”¿Tendrá que pasar ese tiempo con las piernas extendidas o podrá estar sentada de forma normal?” le dije, pero ni me miró. Aún me atreví a hacerle un par de preguntas acerca de sus protocolos pero me contestó muy escueto, incómodo.

Nueve años. Ainhoa cumplió cinco en octubre: apenas nos quedan cuatro...  

El proceso (ambos lo sabemos) es muy duro, doloroso y largo. Necesita preparación (de hecho su primera pregunta fue: “¿su hija conoce a otros como ella?¿a niños elongados?) y yo empecé a decirle que sí, que estamos en contacto con mucha otra gente  pero no pareció interesarle demasiado así que callé enseguida.

Me hubiese gustado contarle que la última vez que mi niña vio el vídeo de Yago (hace un par de meses) me dijo muy decidida que ella quería irse a Gijón a ponerse esos "palitos", pero no dio pié. ¡Bah!.

Reconozco que salí de la consulta contenta porque la cosa va como debe pero con un punto amargo por la oportunidad perdida.

Oportunidad de hablar, de cambiar impresiones sobre un proceso que se va acercando y que nos va a exigir mucho, muchísimo (más a nosotros que a él, por supuesto) y para el que debemos prepararnos.

Y así no son las cosas, no.

Decía Riziero Zucchi (profesor de la Universidad de Turín) en Collegno, que todos conocemos lamentables casos de diagnósticos médicos tardíos por no intercambiar información con los padres. Aquí no hablamos de diagnóstico sino de preparación, pero el resultado es el mismo, una oportunidad perdida.

No me sale decirle a ese hombre todo lo que sabemos, lo que estamos aprendiendo (y, seguro, el también podría aprender); no me deja y ya no me da la gana. Seguro que yo también me pierdo muchas cosas que él podría decirme , con eso me quedo.

Podríamos haber comenzado la comunicación que ambos necesitamos para lo que se nos viene encima pero no pudo ser.

Es una pena todo esto.

(La imagen viene de aquí)

15 comentarios

Otra mamá... -

No me conoces, no te conozco. Tengo una nena de 6 años y un niño de 5. Ninguno de ellos está enfermo de dolencia alguna que haya que tratar de forma permanente. Sin embargo, llegué a tus líneas por curiosidad, buscando señales ajenas que no encontré. Pero estabas tú, una mamá inmensa, doliente y sonriente ante las dificultades. Y debo agradecerte profundamente la manera en que extiendes las manos y te compartes. Vayan para allá mis mejores deseos para tu princesa y sus piernecitas mágicas. Que le duela lo menos posible y que tú puedas soportar la experiencia de su sufrimiento... Un abrazo.

Javier López Clemente -

Pues venga, yo también me animo a opinar
;-)
A mi me parece, Inma que, con independencia de como se comporte el doctor, tú deberías ser tú.
Ya sabes, si tienes una duda le preguntas, si tienes una aportación la haces. Si el tipo no entra al juego de la comunicación es su problema, que no sea el tuyo.

Salu2 Córneos y pocoyizantes, guapetona.

Elena -

Hola!
Entiendo tu punto amargo, tus ganas de explicar que tu si conoces y compartes experiencias con otras personas, que Ainoha conoce el proceso de Yago...pero para ese médico, todo sigue su protocolo, su alumno en prácticas, la formación que debe darle...y muchas veces, echamos tanto de menos el trato personificado...aunque las cosas vayan como deben ir...Un mirar de ojos y un todo va bien...es básico para salir de alli con una sonrisa...y pensar que realente todo sigue su curso...

Un beso enorme.

Rosa. -

No entiendo eso de mantener una distancia con el paciente... ¿qué sentido tiene? Lo último que necesita el paciente es que el médico le trate asé, como si no fuera una ya al médico con los nervios cosquilleando un poquillo en la barriga... debe ser exclusivo de los traumatólogos: mis médicos de la diabetes (la que tuve en infantil y la que tengo ahora) son muy amables y cercanos, y otros que he tenido también... en cambio el traumatólogo que me trató la escoliosis era también por este estilo... a mí me ponía nerviosa esa seriedad y la vaguedad y frialdad con que contestaba, como si le estuvieras aburriendo.
Con todo, mi madre enchorraba una pregunta tras otra, y si la respuesta que le daba no la entendía (¿y esa manía de contestar con tecnicismos?) lo volvía a preguntar. El médico la miraba con cara de "quiero que te vayas y me dejes en paz de una puñetera vez", pero mi madre las indirectas no las pilla (o pasa tres pueblos), así que ella seguía a lo suyo hasta que sabía todo lo que quería saber.
Como dicen por aquí, cuando llegue el momento sí que no habrá distancia que valga.
Besos.
Rosa.

patri -

Pues a lo mejor se han acostumbrado a que les manden unos jamones estupendos por Navidad y un montón de regalicos... y a partir de ahí te miran a la cara. Pero no sé, yo creía que primero el Dr. se portaba bien y luego le hacías el regalo. Seguro que en su consulta privada es más amable. Él se lo pierde, que el cariño de Ainhoa no tiene precio. Besos

Fernando -

y sin embargo deberás intentar cambiarle el chip al capullo del médico...besos ángel.

Loreto -

A mis hijos los llevaba a un pediatra cuya maxima era"para tener exito en la curacion de un niño,lo primero es tranquilizar a la madre"dile que lo escriba cien veces.
Traumatologos...por desgracia me han visto muchos,desde el que tras muchas pruebas,me decia que lo unico que podía hacer era invitarme a cenar....o el que reconociendo que no podiá hacer mas, me mandaba a otro que sabía mas que él,en ese confio.
No te cortes y cuando llegue el momento,pregunta y habla es "tu niña",faltaria mas...

Besicos

zerogluten -

Mi marido siempre dice que debo tener un trauma infantil, porque me cuesta mucho trabajo el tema de los médicos. No entiendo por qué motivo me imponen tanto. El caso es que si encima lo ponen complicado, ya ni te cuento.
Siento profundamente que te hayas dado el cabezazo con el muro de la frialdad y de la soberbia. Los médicos deberían ser muy humanos y veces son los menos sensibles a los problemas de salud que conocen de primera mano.
Una pena, como bien dices.
Te mando muchos, muchos besos sin gluten para tí y para Ainhoa.

Elena -

Te entiendo perfectamente y es que una en esa situación no sabe muy bien quién es, si paciente, si visitante, si la que pasaba por allí, si la madre de la paciente...en fin, no todos son iguales, seguro, pero según se acerque la fecha x, está claro que O SI, O SI te tienen que contar cómo son las cosas,.. y antes, pues si él no te lo quiere contar, para eso tienes a tus amigos ¿o no?..
No te desanimes mujer, aunque te entiedo. Bss a tu chica que va ¡fenomenal!, eso es lo que mas importa.

miguelgato -

La próxima vez viste al Yoldi con un traje negro y gafas de sol y llévatelo.
Al tiempo de entrar a la consulta que vaya pegando golpes con el puño en la palma de la otra mano.
Tendrás un pequeño margen de tiempo para que te atienda correctamente mientras vienen los vigilantes juraos.
Menos es nada XD

Blanca -

Que petardos los traumatólogos!!! yo he estado dos años sin llevar a Angel, total, para que me lea el catálogo de posibles horrores, ya me lo miro yo en internet. Llegado el momento, la preparación anímica, en casa, con la fundación, con otros chicos, etc, porque los médicos...que sepan tratar con el paciente, con los dedos de una mano los cuento; sino mira mi suegro, que es un cielo, pero que hasta que no ha nacido su nieto no se ha dado cuenta del "otro lado". Esperemos que sean tan buenos como su soberbia hace pensar.

Inde -

No se trata de echársele a la yugular, Mima: sólo de hacerle ver, con todo el tacto del mundo si tú quieres (o sin él, que con eso no harías más que ponerte a su altura), que no es por ahí. Que esa actitud es una falta de respeto. Que así no se hace. Yo creo que eso hay que decirlo. A veces no nos sale, no estamos siempre con ganas de reivindicar nuestro derecho o de impedir que los soberbios se nos suban a las barbas, pero no podemos desistir de hacerlo por definición, sólo porque el soberbio en cuestión sea médico o una gaita gallega.

laMima -

Igual tenéis razón pero no sé: no tengo muy claro que sea de los que se bajan del altar ante la llamada de atención de una madre más. Que somos todas unas pesadas, que nos parece que somos las únicas que tal y que cual... Creo que es un "tipo de médico" que abunda y que lleva esa distancia en sí mismo.
Además tampoco la cuestión era para echarse a la yugular. Como digo, afortunadamente todo va bien y solo se trataba de una mera revisión, cuando nos acerquemos al "momento" las cosas forzosamente tendrán que ser diferentes y si no ya me encargaré de cambiarlas. Que el tema es muy, muy serio.
Esto es lo que digo; una oportunidad de entrar en contacto desaprovechada tontamente.

chispis -

estoy de acuerdo con miguelato. los médicos son médicos, no dioses y si se merecen un toque pues se le da. y punto. y así de paso aprende su aprendiz que así no se trata a la madre de un paciente, ni a un paciente ni a nadie.
lamima, cuando te leo lo que te callas me entra mucha rabia. de verdad. pienso, por qué no le dio un buen corte (se puede hacer con educación). con lo que TU le podrías enseñar a él... cachis, lamima, saca de dentro esa chispa que tienes y no te dejas achicar en la consulta !!!!! mira, que si no, voy contigo a la siguiente consulta y entre las dos, nos oye !!
un besazo.

miguelgato -

"¡Eh! que te estoy hablando".
Eso es lo que le tenías que haber dicho, yo he hecho algo parecido ya dos veces y me ha funcionado bien.
Medicina saben mucha pero verbalmente tu le puedes envolver pa regalo.
No les hace falta mas que una sacudida pa que sepan con quien están hablando.