Blogia
LaMima

La oportunidad de ser distinto ...

La oportunidad de ser distinto ...

Aquí tenéis a Ainhoa disfrutando de lo lindo con su banderín dirigiendo a los ciclistas que participaban el sábado en la Marcha Cicloturista de la Jacetania por los alrededores de Aísa.

Habíamos salido esa mañana dispuestos a dar un paseete por la pista de Abi y cuando llegamos al desvío que hay pasado el pueblo nos encontramos con un voluntario de la organización que nos avisó del paso de la carrera y nos previno de que durante un buen rato no íbamos a poder volver hacia casa. "¿Una carrera ciclista?, pues nos quedamos a verles pasar, claro" así que que dejamos el coche y bajamos dispuestos a jalear convenientemente a los participantes.

No me fijé en la mirada del mozo cuando Ainhoa bajó del coche (con el tiempo me he ido relajando bastante con el tema de las miradas; procuro ir a lo mío) pero estoy segurísima de que se sorprendió. Y más cuando la empezó a oir parlotear y dirigirse a él como si lo conociese de toda la vida preguntando esto y aquello.

La cosa es que en un abrir y cerrar de ojos la tuve banderín en mano tal como la véis en la foto (cuidado, un rato antes llevaba incluso el chaleco de la organización pero le hice quitárselo "porsiaca") gritando a los ciclistas que tuviesen cuidado porque la curva era muy cerrada. Pasamos un rato la mar de divertido, de verdad. Hasta los motoristas de la Guardia Civil que pasaban le agradecían el esfuerzo...ains.

Esta anécdota me hizo pensar que Ainhoa, desde bien pequeña, ha sabido sacar cierto partido a su diferencia.

Atrás ha quedado ya el mohín disgustado que le veía a veces en primero de infantil cuando se daba cuenta de que todo el mundo sabía su nombre (cuanto me preocupó entonces esa actitud). Se sabe distinta y eso a menudo le da la oportunidad de hacer o recibir cosas que de otra forma no le llegarían.

Recuerdo, por ejemplo, aquella vez que fuimos al cine y al sacar las entradas le regalaron una tarjeta de Tadeo Jones para colgar en su puerta cuando no quisiese que la molestaran.

.. Inma, ¿por qué me han dado esto?, a los otros niños no les han dado nada.- hasta ella se dió cuenta.

No sé la de cachivaches de propaganda que le han podido regalar las cajeras de los supermercados cuando ha ido con su padre de compras, por no contar las veces que la han dejado entrar a sitios inicialmente vetados o la han puesto en lugares privilegiados para algunos espectáculos...¡qué se yo!. 

Probablemente gran parte de esos "favores" le llegan por su carácter; es muy abierta, le gusta la gente y eso se transmite, como no, pero la puerta la abre su condición. Estoy convencida. 

Verla diferente y resuelta da a la gente que se encuentra la posibilidad de "asumirla" con más facilidad diría yo. Al menos de momento, que dure, tiene la autoestima bien gordota y no tiene ningun reparo en mostrarse. Se acepta a sí misma con absoluta normalidad (¡como no hacerlo!) y eso lejos de incomodar facilita las cosas. Es como si enseñase a los demás a tratarla.

Me gusta verla así; resuelta, segura de sí misma y tranquila. Espero sinceramente que cuando le sobrevengan momentos de flaqueza sepa ver lo positivo que es no esconderse, mostrarse como es, ir de cara.

Siempre habrá quien se cierre a los clichés pero hay por el mundo cantidad de gente dispuesta a aprender y valorar. A dejarle su banderín amarillo para que ella participe, como una voluntaria más, en la marcha.

4 comentarios

Luisa -

Carácter. E inteligencia para darle la vuelta a "la situación". Y desde luego, si se puede sacar partido, adelante con los faroles, faltaría más... que hay bastantes cosas en contra.

laMima -

Exacto Pili, su carácter va más allá. De momento al menos pueden con ello, y me parece que tienen cuerda para rato.
Y si hay que sacarle partido se le saca, que leches.

pili alonso -

Yo todavia sigo esperando momentos de flaqueza, aunque creo que está sobradamente preparada...Cada vez estoy mas convencida de que es una cuestion de caracter, totalmente ajeno a la acondroplasia.

Ignacio -

¡Pues claro que sí, Inma! Los humanos tenemos capacidad de adaptación y los niños mucha más. Ellos tienen la piel dura, como decía aquella película de Truffaut. En definitiva todos tenemos nuestra diferencia, la mayoría bien adentro, otros, como Ahinoa, la llevan más visible, pero por eso mismo aprenden antes a aceptarla y a comprenderse.

Me gusta saber de vosotros. Un beso largo, de los que vuelan.