El sueño de Africa
Acabo de cerrar las tapas de Lejos de Africa, el libro que Karen Dinesen escribió, bajo el pseudónimo de Isak Dinesen, relatando los años que vivió en aquel continente y que inspiró la celebrada película de Sydney Pollack.
Sabía de antemano que estas memorias no se correspondían exactamente con la historia que cuenta el film pero tenía curiosidad por conocerlas sobre todo desde que leí un post de Antón Castro que contaba maravillas de su autora. No me han decepcionado.
Lejos del relato que compone la película, el texto es el paseo por unos años en la vida de una mujer que madura y abre sus ojos en un país que inicialmente le es totalmente ajeno pero que termina formando parte de ella misma.
El libro no es, desde luego, una de esas biografías al uso en las que se cuenta, bajo un medido orden cronológico, las vivencias de alguien.
Karen va relatando diferentes momentos, diferentes personas que pasan por su granja (sin duda un personaje más de la historia) y consigue así que el lector entienda un poco más acerca de otra forma de pensamiento y de vida; la propia de un continente tan duro como hermoso.
Realmente parece que el texto no hablase de ella sino de la gente que llega, de la que ya estaba allí y de la que se va. De la importancia que tiene escuchar a la tierra, fundirse con ella y de cómo alguien puede convertirse en parte integrante de un universo para el que parecía no estar preparado.
Además, y a pesar de esa mueca colonialista inevitable que se trasluce en algún momento, creo que hay un profundo respeto en la forma con que nos habla de esos diecisiete duros y maravillosos años. Eso me ha gustado: no hay mejor viajero, mejor "colono" (aunque por propia definición parezca imposible) que aquél que se asienta con humildad en tierra nueva y deja que sea esa tierra quien le muestre sus reglas para, entre los dos, llegar a algo cercano a "un acuerdo".
Seguramente no hay mujer que haya leído el libro o visto la película que no haya deseado en su fuero interno, en algún momento, ser Karen en Kenia. Yo, desde luego, cada vez que lo pienso......
Admito que estoy deslumbrada por la idea de la sabana inmensa, de los animales salvajes, de los atardeceres y de esa granja acogedora aunque, con toda seguridad, no tendría el valor suficiente para sobrevivir allí tanto tiempo, pero bueno: se trata de un sueño.
Como tal he vivido este relato y como tal desearía sentirlo de nuevo: aunque solo fuese sentada en un cine, a oscuras, escuchando la música mientras ese tren cruza la sabana ......
"Yo tenía una granja en Africa, al pie de las colinas de Ngong...La situación geográfica y la altitud se combinaban para formar un paisaje único en el mundo. No era excesivo ni opulento; era el Africa destilada a seis mil pies de altura, como la intensa y refinada esencia de un continente"
11 comentarios
julio -
gracias
Minerva -
¡Lo que yo daría por un paseo en aeroplano por allí!
Javier López Clemente -
Confieso que no los he leído, que sólo los veo por las estanterías de mi casa, pero, hoy estoy valiente, aún con todo recomiendo los libros de Cristina Morató:
Viajeras intrépidas y aventureras (2001).
Las reinas de África : viajeras y exploradoras por el continente negro (2003).
Las damas de Oriente (2005).
Salu2 Córneos
Inde -
Tengo que leer ese libro.
laMima -
entrenomadas -
Es un personaje que no me agrada en absoluto. Pero nada, nada.
Aunque reconozco que es atrae mucho y que personalidad no le faltó. Pero a un precio que no me agrada.
Besos,
M
Rosa/Astartet -
Besos.
Rosa.
Lamia -
patri -
Su experiencia en África les ha enriquecido por las gentes que han conocido: lugareños de etnias diversas, europeos, americanos, libaneses todos reunidos allí, todos convertidos en familia para celebrar las fiestas de unos y otros y echar de menos a las otras familias, para compartir amistad y recetas suculentas y diferentes. Los de aquí también añoramos África y la posibilidad de haber tenido una familia y vidas normales; nos queda echar de menos a los que están allí y comprender a los que vienen ahora y dejan a los suyos en su tierra.
Creo que leeré ese libro, aunque conozco ya mil historias estupendas.
39escalones -
Con todo, fenomenal elección.
Besos
Fernando -