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LaMima

El gran secreto de Miller

El escritor Arthur Miller protestó contra la guerra de Vietnam, luchó contra los abusos que su Gobierno perpetró contra los comunistas, estuvo siempre del lado de los desfavorecidos, pero repudió a su propio hijo por ser un discapacitado mental.

He conocido esta noticia, publicada hoy en el diario El País, gracias a un comentario que Javier López Clemente me ha dejado en el post anterior en el que se hablaba de la familia del escritor Kenzaburo Oé.

Se que actitudes como la que se nos descubre en este artículo (aunque provengan del mismísimo Arthur Miller) han sido frecuentes, en todas las culturas, en cualquier sociedad. Ya hace un tiempo me hice eco aquí de la triste historia de Judith Scott, otro ejemplo de la intolerancia, de la estrechez de miras; de ese afán estúpido por ocultar lo que nos duele o nos hace distintos.

Digo siempre, desde que Ainhoa está con nosotros, que la sociedad va estando cada vez más preparada para admitir la diferencia. Creo y confío sinceramente en ello. No por eso me pasa por alto una noticia como esta: alguien de esa categoría, con sus medios,..un padre repudiando a su hijo por su propia condición. Me parece brutal.. infinitamente injusto.

Mi hija es diferente, pero es mi hija: la hermana de mi hijo, la nieta de mi madre, la hija de mi compañero. Ella es Ainhoa y todo lo que ella es, es de esta familia. De mi vida.

Por eso, aunque lo intente, me cuesta entenderlo.

6 comentarios

miguel angel -

Llego a tu blog desde el enlace de mi compañera de trabajo Luisa. Sólo por manifestarte mi admiración y apoyar como sea la lucha que mantienes. Te dejo un texto, que tambien le he mandado a Luisa, en ese reconocimiento:

No si tí,
nada sin tí.

Besos a Ainhoa especialmente y a tí tambien.

M.M -

Te acabo de dar el premio a la más guapa jeje, en mi blog. Enhorabuena.

inde -

Es más fácil esgrimir banderas de "causas nobles", así en abstracto, que atender al día a día con honestidad, sensatez y corazón. Ahí solemos ser bastante más mezquinos.

Arundhati Roy decía: "Debemos prestar todo nuestro apoyo a los pequeños héroes de que disponemos. (Y disponemos de muchos. Muchísimos.) Debemos luchar en guerras concretas y de maneras concretas. Quién sabe si, a lo mejor, es esto lo que nos deparará el siglo XXI: desmantelar grandes cosas. Grandes bombas, grandes presas, grandes ideologías, grandes contradicciones, grandes países, grandes guerras, grandes héroes, grandes errores. Tal vez sea el siglo de lo pequeño."

Yo veo muchos de esos héroes domésticos, Mima, cada día. Ninguno de ellos enarbola grandes banderas.

Mar -

Hola amigos!
Realmente creo injusto también ese comportamiento de Miller, nunca nadie nos debe esconder ni sentirse avergonzado de tenernos! Como bien dices, los tiempos estan cambiando y la sociedad evoluciona ... pero, por experiencia del dia a dia, te digo que todavía hay gente que nos mira y se da codazos en la calle para señalarnos. Porqué?? Por su incultura y falta de educación, sabes una cosa? Estas vacaciones he estado en Holanda, y allí, en 10 dias, apenas he recibido miradas y señales de gente que me viera diferente, eso dice mucho de esa sociedad, pues se trata de un tema de educación. Los holandeses están acostumbrados a respetar y admitir en su sociedad a todo tipo de personas y por eso, nadie se "cree" en el derecho de señalar a otro, por el simple hecho de ser diferente. Así que, ojalá copiemos de los holandeses! Besos a todos, Mar.

Entrenomadas -

No lo sabía. Me he quedado de piedra. No te digo lo que he pensado por si me paso, pero nada bueno para el Miller.
Mima, pensaba que estabas de vacaciones. Me alegro de tu regreso. Bueno, ya sé que tu seguro que no tanto. Yo aún sigo fuera disfrutando de días libres de rutina y asfalto.
Vamos a subir este articulo al blog, a la casilla de posts recomendados.
Un beso grande

Luisa -

Lo he leído. He hecho también un post. Quizás menos tajante que tus palabras. Pero comparto contigo los calificativos de "brutal", "injusto". Eso sin paliativos.
Besos a los cuatro, campeones.