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Una de zapatos

Una de zapatos

Desde hace unos días cuelga en la página de la Fundación Alpe Acondroplasia el enlace a dos zapaterías centradas en calzado de tallas especiales. Con razón han titulado la noticia: “Hartos de buscar zapatos….” , porque este asunto es otro de los temas domésticos peliagudos que conlleva esta discapacidad.

Como podéis imaginar, las personas con acondroplasia, amén de bajitas, tienen los pies pequeños; pequeños y anchos para ser más exactos. Los adultos suelen calzar sobre el 32 o 33 y esto supone un problema cuando pretenden llevar un calzado apropiado a su edad porque, normalmente, esas tallas solo se encuentran en zapaterías infantiles y desde luego no con la horma apropiada para un pie de sus características.

Me gustaría que no olvidásemos que, en este asunto, estamos hablando tanto de una cuestión estética (muy importante en el ámbito de la acondroplasia, no olvidemos los problemas a la hora de relacionarse que padecen las personas con enanismo por “culpa” de su imagen) como de salud: llevar un zapato adecuado es imprescindible para cualquiera.

Las limitaciones a la hora de calzarse que tienen algunas personas vienen de largo. Yo misma las padecí de jovenzana: tengo los pies cavos, durante mucho tiempo me vi obligada a llevar plantillas y puedo asegurar que la cara de las dependientas de las zapaterías cuando las veían era para echarse a llorar. La gente con pies planos también podrá contar mil y una historias al respecto que seguro llegan a la misma conclusión: no quedaba más remedio que gastarse un dineral en calzado ortopédico que, además, era incomprensiblemente antiestético.

El tiempo ha ido mejorando las cosas: ese calzado “a medida” se ha ido acercando a los patrones de la moda pero..¿de verdad es imprescindible la ortopedia?¿no merece el calzado “normal” ser fabricado en un tallaje más adecuado? ¿acaso no hay gente, no solo acondroplásicos, que tiene el pie ancho y/o pequeño? ¿o grande?... eso cuesta más, bueno, de hecho aún no se ha logrado.

Quizá os puede parecer accesorio lo que os estoy contando pero, en este tema, la gente con acondroplasia se encuentra con el primer problema muy pronto y en un momento importante: cuando quieren comenzar a caminar.

Ya he comentado que generalmente nuestros niños no suelen conseguir andar hasta, aproximadamente, los dos añitos (las peculiaridades de su desproporción y un tono muscular bajo suelen dificultar que lo consigan antes).

Supongo que no tengo que explicar aquí la importancia que tiene que el calzado en esa etapa sea el adecuado. Desde luego todos los fabricantes ponen sumo cuidado en cumplir unos requisitos mínimos de elasticidad, sujeción, refuerzo, horma.. con los zapatos para los niños que comienzan a andar, pero hay un problema: ese tipo de calzado solo se fabrica a partir del número 18 que es, supongo, el que la estadística manda para el periodo en que los niños “normales” dan sus primeros pasos.

Ainhoa, que se puso en pie por primera vez de forma autónoma cuando le faltaban dos meses para cumplir los dos añitos (Inde dio fe de la emoción de ese momento  aquí) calzaba entonces un escaso nº 16, y lo hizo durante muuuucho tiempo.

Con el número 16 solo se fabrican zapatitos monísimos….de adorno. (Sin suela, sin refuerzos).

Nos las vimos canutas para encontrar unos apropiados: chocamos, todo hay que decirlo, con dependientes muy poco dispuestos a indagar entre los fabricantes y reconozco que en principio yo me negaba a hacerle unos a medida….¡no tenía que ser tan difícil jolines!, así que nos llevó un tiempo dar con ellos.

Afortunadamente mi hermano, a través del famoso e-bay, se lanzó a la busca y captura y consiguió estas deportivas guapísimas y estupendas que fueron el uniforme de Ainhoa durante más de un año.

 

Con ellas mi hija pudo comenzar una marcha dubitativa, como todos, con ciertas garantías de no torcerse un pie (aunque hubiese sido mejor que fuesen más altos) y con la estabilidad suficiente para no estar la mitad del tiempo en el suelo.

Desde que alcanzó el dichoso nº 18 no hemos tenido problema: como ocurre con la ropa, el calzado infantil se fabrica con diseños muy similares en toda la gama de números aunque hay alguna excepción que no viene al caso.

El problema serio vendrá luego, cuando sea más mayorcita y pretenda calzarse lo que la industria de la moda quiera meterle por los ojos. Claro que, aun siendo para ella un problema más peliagudo, hay que reconocer que esa supuesta “incompatibilidad” entre calzado bonito y “sano” es ya un clásico. Y si no que se lo pregunten a algunas modelos…. 

 

  o aquí ....Los altísimos tacones de Manolo Blahnik

  

No, si ya me lo decía el traumatólogo: “A más de un fabricante de calzado quisiera ver yo paseando un buen rato con sus propios zapatos…..”.

12 comentarios

Ybris -

Conocí a alguien que, cuando iba a comprar zapatos, se descalzaba y se ponía de pie sobre sus pies descalzos. Y luego decía: "Quiero unos zapatos para estos pies".
Y es que él insistía en que los zapatos son para los pies y no los pies para los zapatos.
Lo cual vale para todos (para él con más razón porque calzaba aproximadamente un 50).

Besos a todos

Antonia -

Hola, ha sido un placer para mi conocer a tu preciosa niña que como mi hija nació en el 2004.
En cuanto a los zapatos, pues imaginate cuando el pie de Nerea es el nº21 y por culpa de las protesis solo di encontrado unos zapatos de la talla 25 para que pudieran entrar. Parecen los pies de una "elefanta" y te doy la razón que poco hay para poder elegir y poner presumidas a nuestras joyas.
Un abrazo. Encantada de conocerte

patri -

Pies
Zapatos
Dolor... eso es lo que siento yo estos días (en los pies, por supuesto, que con estos cambios de tiempo...);-) parezco mi abuela!
Aquí en Zaragoza hay varias alpargaterías dónde hacen eso, alpargatas, a medida, de cáñamo y de las mallorquinas... al menos ya sabes que en verano podrá ir bien la cosa. Los zapatos imposibles... pues eso, que se los ponga quién no tenga que venir andando a trabajar y no deba estar más de 10 minutos de pié haciendo equilibrios. Besos

Entrenomadas -

Pues sí, yo que tengo problemas en cada uno de los pies me vuelvo tarumba cuando tengo que comprar zapatos. Así que me puedo imaginar lo complicado que le resulta a tanta gente que necesita un zapato apropiado.

Yo a algunos diseñadores los e enviaba a otra planeta.
Van de modernos y son de un cutre que no veas.

Kisses zapatiles,

M

laMima -

Eso es (¡ay Mari!, ¿de quien crees que me he acordado cuando he nombrado los pies planos?): o te ajustas o vas listo.
Es lo que digo: que no vale la excusa de que hay poca gente con acondroplasia y bla, bla...no, hay MUCHÍSIMA gente que necesita un calzado apropiado y lo que sale en los desfiles (y se ve luego en muchas zapaterías) no vale.
Ah, y estoy segura de que no hay tantas variantes: no hagamos estrecheces incomprensibles ni tacones imposibles. Con esa premisa me parece que ya incluimos a unos cuantos.

Inde -

Tú te acuerdas de mi madre, verdad? Y de sus pies (vulgo "patas"), verdad? Pues mira si a mí también el tema zapatil me llega cerca. Yo también sufrí (e hice sufrir: mis patadas eran temibles en el cole) los calzados ortopédicos...

Perdona que me dispare, pero no lo puedo evitar: esto es exactamente como todo, tía. O te ajustas a una horma, la que nos marcan, o vas jodido.

Rosa. -

Pues sí que tienen tela los zapatos... tanto por el tema de las tallas y el grosor como por el de las modas, y lo difícil que es comprarte unos zapatos cuando la moda del momento no te gusta... por no hablar de los taconazos (especialmente este año).
Está guapísima Ainhoa en esa foto del blog de Inde... y las zapatillas son las de arriba, ¿no?
Un beso y suerte con la búsqueda de zapatos.
Rosa.

Blanca -

Yo tengo esperanzas en que en esto, como en otras tantas cosas, estemos a la zaga de los EEUU, allí se fabrican los zapatos muy frecuentemente en varios anchos, sino siempre nos queda internet o una escapada de compras a los estates, lo cual veo mas complicado. Angel tiene suerte, porque tengo unas botas de la 17 de su hermana, de cuando en Chicco hacian suela desde ese número.
besos

Luisa -

Como siempre, querida mía, en zapatos no standar topamos con los consabidos asuntos de rentabilidad y también desconocimiento, claro. Lo tremendo es que cosas que para la mayoría pueden ser tan fáciles e incluso divertido (como comprar zapatos, que a menudo puede ser chulo), para algunos colectivos se convierten en auténticos via-crucis. Todo por la tendencia a la uniformización, a la ignorancia, etc, etc.
¡Suerte con el zapaterío cuando Ainhoa evolucione de estética! Y vamos a pensar en positivo.
Besitos

almena -

El traumatólogo tiene más razón que un santo. Sí.
ahhh qué carilla de tuna la de Ainhoa en esos momentos del caminar reciente.
:)

Besos!

Elena -

He visto la foto de la de los ojos del color de la cocacola cuando empezaba a mirar la vida desde las alturas...¡guapísima!..que pilla. Pues sí, el tema del calzado es según los pies que tengan que vestirse. Mi madre se ha gastado auténticas barrabasadas de dinero en unos zapatos y/o botines..pero es que sin ellos no puede andar, que yo me pregunto, quién no tenga este dinero extra ¿que hará? ¿como andará?... en fin, espero que encontreis en los futuros años zapatos guapísimos y válidos para esta niña tan bonita. Un beso

Mar G. -

Ay, los zapatos! Querida Inma, ... este post tuyo me ha hecho pensar en aquellos días ... aquellos años en que ir de compras ... para mí y los míos .. era un suplicio. La verdad es que, veo que algunas cosas no han cambiado, a pesar de los avances y diferencias entre mi época y la de Ainhoa. No sé como me compraban mis zapatos, hasta los 7-8 años (podrías hablar con mi madre) pero desde donde yo recuerdo ... era un peregrinaje a las zapaterías de la ciudad ... donde "no hay zapatos ... o no le van bien, le aprietan, demasiado largos, ..." incluso, ortopedias! Sí, ahí estuvieron a punto de hacerme unos a medida ... horror!! Pero el mismo ortopeda nos dijo, que antes que eso ... buscando, buscando podíamos encontrar algo. Soluciones, consejos ... no es por hacer publicidad ... pero alguna marca como los famosos KICKERS .. era una horma que me iba bastante bien: anchita, cómoda, para todo terreno y el diseño redondeado que no hace de nuestros pies ... algo horroroso. En fín .. mucho ánimo y solo decirte que ahora de mayor, calzo un 36, pero yo nunca he seguido las modas de zapatos ... por supuesto, no aspiro a unos "Manolos" jaja, y siempre me fijo en el diseño amplio y cómodo antes que cualquier moda o superficialidad. Mucha suerte y besos! Mar