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LaMima

COSICAS

Ritmo

Ritmo

Cada mañana, desde que me levanto hasta que salgo de casa camino del trabajo, ejecuto ordenadamente una serie de rutinas al ritmo del programa de radio.
El pequeño transistor se instala en el bolsillo del albornoz durante la casi hora y media que duran mis navegos matutinos y solo cede escasos 15 minutos a la radio de la cocina (lo imprescindible para concederme el placer de desayunar a solas).

- Son las 7 y media, las 6 y media en Canarias

.. y giro obediente el mando del microondas para que se caliente la leche de mis hijos mientras voy a despertarlos.
No necesito mirar al reloj; esas voces marcan mi ritmo como directores de una estudiada danza.

Y otra vez al cole

Y otra vez al cole

Esta mañana Ainhoa ha cumplido con el ritual de la vuelta al cole armada con su mochila nueva y una camiseta que se trajo decorada del campamento de Alpe ("Inma, en cuanto la terminé ya dije que la llevaría el primer día de clase". Ni me he planteado sugerirle otro atuendo).

La verdad es que ha ido y ha vuelto con la misma sonrisa en la cara, feliz como una perdiz y sin dejar de parlotear sobre esto o aquello; no nos ha dejado meter baza durante la comida.

Que gusto. 

Todavía recuerdo las cuitas del primer año (podéis verlas si ojeáis los post de septiembre de 2007, en especial "este" que gracias a mis amigos blogueros cundió por la red en señal de seria protesta) a propósito de las (nulas) adaptaciones de mobiliario y la actitud, decididamente pasota (por no utilizar otro adjetivo), del equipo directivo que en aquel momento regía el colegio. 

Que mal lo pasé entonces; cuanta inseguridad, cuanta impotencia, cuanta rabia me provocó un comienzo tan desastroso. (Todavía se me revuelve el cuerpo al recordar mi entrevista con aquel director. No se me ocurre, ni afortunadamente he enfrentado desde entonces, una actitud más penosa que la que tuvo aquel señor conmigo ese día). 

Lo cierto es que en medio de aquella debacle hubo luz, una maestra de verdad y un grupo de gente que supo escucharnos y entendió lo que debía hacer en una circunstancia como aquella: poner de su parte para facilitar las cosas. Voluntad, sensibilidad y ganas. En gran parte gracias a ellos, a su simple y efectivo apoyo, Ainhoa ha comenzado hoy su 5º curso de primaria, siete años después, como una más. 

Tiene todavía, lo necesita, una silla "tuneada" lo imprescindible para poder ocuparla con la misma dignidad y ergonomía que sus compañeros, un taburete portátil que la ayuda a acceder a determinados lugares de su aula, una adaptación curricular para las clases de educación física, en el comedor funciona como una más y Rosa se ha paseado un momento con ella por los baños para asegurarse de que puede lavarse las manos y utilizarlos sin problema este año.

Seguro que esta mañana, en la fila, alguien (profe o compañero de clase) ha estado atento para ver si era capaz de subir los dos pisos con la mochila repleta con el material del curso (rayos, menos mal que solo es un día) y ... lo demás ya ha sido cosa suya.

"Es" cosa suya, de su determinación, de su esfuerzo, de la confianza que ha depositado en quienes le rodean (de la que hemos puesto nosotros en ella) y de las ganas que tiene de seguir adelante como una más. Porque sabe que es una más en su diferencia, claro que lo sabe.

Leo estos días a padres amigos en nuestro foro enredados, como yo estuve, en la incertidumbre y los enojos del comienzo del cole (no entenderé jamás por qué se ponen tantos problemas para adaptar digna y eficazmente una silla de colegio a una criatura con acondroplasia. Rayos, si es muy simple...¡y barato!) y solo se me ocurre pedirles que no bajen la guardia. Que reivindiquen, que no cejen hasta conseguir de esos colegios el compromiso y la ayuda que necesitan.

Los comprendo además muy bien porque, si la entrada al cole ya es un momento decisivo para cualquier niño/a, en el caso de la discapacidad (y siempre os digo que la acondroplasia es una discapacidad tan social como física) encontrar allí el ambiente integrador que precisa un desarrollo en igualdad para nuestros críos es a menudo una carrera de obstáculos agotadora. Y no encuentro argumentos de peso para explicarlo: no sé si es pura dejadez, son los "recortes" (ojo, que entonces no había), comodidad, falta de profesionalidad o de empatía. O de todo un poco.

Yo solo puedo asegurar aquí que superados los primeros obstáculos, el colegio ha conseguido ser para mi hija un lugar de convivencia con amigos y vidilla infantil la mar de atractiva a juzgar por su actitud de esta mañana. A partir de ese punto está ya en su mano, y en la nuestra como familia claro, sacar jugo a esta etapa y conseguir con ella que Ainhoa saque lo mejor de si misma. Como alumna, como compañera, como amiga ... como persona. 

Ojalá los que venís por este camino podáis ver esa misma sonrisa en vuestros hijos al comenzar el curso porque ese esfuerzo no tiene mejor recompensa.  

Trasteando (ella y yo)

Trasteando (ella y yo)

Ya lo decía Serrat; "a menudo los hijos se nos parecen, así nos dan la primera satisfacción"

¡Al campamento!

¡Al campamento!

Ya estamos de camino a Zestoa; el domingo comienza de nuevo el Campamento de la Fundación Alpe y tengo a mis "cachorros" impacientes no, lo siguiente por instalarse allí con sus amigos.

Este año han conseguido alargarlo un día más (los chavales pedían a Carmen uno de dos semanas pero resulta tan difícil ...), así que "la peña" arranca moderadamente satisfecha por el mini-logro, jeje. Y con unas ganas que no veas.

Algunos van a fallar (Lola está elongando, Marta estaba escayolada, Lucas creo que también, no sé ..) y otros prueban por primera vez (la alegría que se llevó Daniel cuando supo que venía Samu) es lo que toca. 

Seguro que lo pasan pipa y también este año aprenden unos de otros. Da igual si tienen o no acondroplasia u otra discapacidad, o no tienen ninguna, o los 9 años de Ainhoa, o los 16 de Daniel. Conviven y lo pasan genial juntos .. a ver.

Así que allí los dejaremos tranquilamente.

Volveré a estampar un sonoro besazo en la mejilla de mi niña y en la de su hermano y los veré correr calle abajo a revueltas unos de otros, camino a siete días de disfrute. Que bueno.

¡Feliz campamento chicos!

(La foto es del día de la despedida del año pasado. Nos la hizo Jon Anda, otro papi amigo que va, como yo, siempre cámara en ristre),

Plan B

Plan B

Mientras soluciono algunos problemillas técnicos con el blog, déjenme compartir con ustedes las cuitas logísticas familiares en que estamos inmersos.

Ains.

Pronósticos

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.. Inma, cuando sea mayor yo tendré un perro y más animales en casa.

.. Bueno, me parece bien. Si tienes un lugar donde puedan vivir cómodos y los puedes mantener....

.. Que tú te piensas que no voy a poder, pero ya verás que sí. Que yo voy a poder y no lo digo "de mentiras".

Gensanta.

Paciencia

Planta de geriatría de un hospital cualquiera a finales de un mes de agosto sofocante. Las puertas y las ventanas de las habitaciones permanecen impúdicamente abiertas esperando el soplo de aire que alivie una noche tórrida.

La voz rota, grave incluso, de la mujer gritando a la enfermera me engaña; hubiera jurado que era un hombre

.. ¿No te he dicho que avisaras a la médica?, aquí no nos hacéis ni caso.

La doctora de guardia entra en la habitación

.. A ver Doña Zutana, ¿qué le ocurre?

.. Que no sé por qué cojones me tenéis que poner antibiótico

.. Porque tiene neumonía Doña Zutana. En las placas ha salido una mancha…

.. Las placas, las placas, ¡pero si no tengo fiebre como voy a tener neumonía!

.. Claro Doña Zutana; no tiene fiebre porque estamos dándole antibiótico. ¿Lo entiende?, venga, que mañana le hacemos otra placa y seguro que ha mejorado un montón.

La doctora sale de la habitación entornando los ojos y la enfermera le agradece haberse acercado a hablar con la paciente creyendo que ya había conseguido calmarla.

Error.

Mientras se aleja por el pasillo se oye de nuevo y bien alto esa voz grave gritar malhumorada;

..¡Esto ya es el colmo, qué barbaridad!, ¡dar antibiótico a una persona que no tiene fiebre, ni neumonía, ni nada!

Pequeñas soluciones anti-crisis

Pequeñas soluciones anti-crisis

Después del "momento pepino" mi santo y mi hija han recogido la "cosechica" de patatas que tenían en una maceta de la terraza.

Esta vez no ha dado para una tortilla (han prometido aumentar la extensión de cultivo para la próxima temporada) pero se hicieron unos pinchitos de patatica cocida con mayonesa.

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Menos da una piedra.

Crisis? What crisis?

Crisis? What crisis?

.. Inma, ¿pero qué es eso de la crisis del pepino que dicen en la tele? ... diles que nosotros ya tenemos 9 en la terraza...

Más avances...despacio...

Hace tiempo que mi santo ni se plantea llevar a Ainhoa en la mochila para nuestras "andadicas" por la montaña; pesa mucho ya.

Tampoco habíamos puesto demasiado empeño en que caminara sola; somos conscientes de que se cansa enseguida y resulta un engorro cargar con ella así que llevamos un par de años limitándonos a los paseos que podemos hacer con el carro. Es un fastidio pero no nos quedaba otra.

Este sábado, de todas formas, nos decidimos a probar. Quizá si le coge gusto se esfuerza un poquillo más ... le viene bien caminar. Elegimos Igüer; es un lugar muy llano que ella conoce y le gusta (uno de nuestros paseos fetiche), aunque el acceso pasa por un cuarto de hora de pendiente fuerte.... 


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La cosa no pudo ir mejor.

Cuanto disfrutó ("Inma, es que yo ya he aprendido a andar") y nosotros viéndola esforzarse paso a paso. No hay como buscar un lugar que les interese para conseguir que lo intenten.

Nunca digas nunca jamás.

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Amigas de autobús

Amigas de autobús

Con la vuelta a las visitas diarias a Enric y Eduardo para el tratamiento de ozonoterapia han regresado los recorridos en bus urbano. A Ainhoa le ha gustado siempre viajar así pero desde hace un tiempo he observado que ha cogido una manía digamos, incómoda; la de ir siempre pegada a la puerta de salida.

No importa lo lleno que esté,  en cuanto entramos echa a correr ..

.. Inma, vamos a la puerta. ¡A la puerta!.

A menudo sorprendo a la gente mirándonos con desaprobación (por no contar las veces que el conductor activa el sonsonete ese de “pasen a la parte trasera del autobús”) y reconozco que con razón; allí molestamos a los que van a bajar, pero yo la entiendo.

Poneos en su lugar: mide 92 cm. (lo que una niña de unos 3 años en el percentil 50) así que acceder a la salida cuando está lleno de gente (habitual a esas horas) le supone el agobio indecible de ir sorteando los traseros del respetable.

Y eso para salir, porque lo normal es que tenga que hacer todo el recorrido enterrada entre el resto de viajeros. Solo de vez en cuando alguna señora amable (si, en el 99% de los casos se trata de mujeres que pasan la treintena) le cede el asiento para que pueda respirar. Ojo, que Ainhoa tiene ya 6 años así que paga billete como los demás.

El lunes por la tarde se repitió el ritual: entramos en el autobús y mientras yo pasaba la tarjeta por el lector salió disparada hacia la puerta….pero se detuvo a mitad de camino. Enseguida supe el motivo

.. Hola niña, hacía mucho que no te veía por aquí. Me has conocido ¿verdad?, ¡qué lista eres madre mía!

Creo que conocimos a la señora Aurora durante la segunda tanda de ozono, allá para el mes de junio del año pasado. Coincidimos en el autobús sentadas una frente a otra y la mujer sucumbió enseguida a la verborrea de Ainhoa convencida de que era una superdotada..

.. Madre esta criatura, pero qué lista es…

.. No se engañe, que tiene ya cinco años aunque parezca más pequeña-le advertí enseguida

.. Ay si, pero se la ve muy lista. Toma un caramelo de limón cariño…

Aurora lleva siempre en el bolso un puñado de caramelos de limón grandotes de esos envueltos en un plastiquillo transparente que cuesta un montón retirar. Rondará los 80 años, no tiene mucho éxito a la hora de “conjuntar” su ropa pero se nota que tiene interés en lucir guapa para sus salidas; lleva un bonito reloj y, como no, el imprescindible colgante con la Virgen del Pilar.

Nos dijo cuando la conocimos que vivía en una residencia de monjas (“Un día tienes que venir a verme, que es muy bonita”) y cada vez que coincidimos (y habrán sido 3 o 4 veces en todo este tiempo) Ainhoa y ella no dejan de parlotear durante todo el recorrido.

El lunes volvimos a viajar a su lado. Aurora sujetaba a mi hija, que tenía las manos ocupadas por dos enormes caramelos de limón. Cuando llegamos a las murallas nos cedió su asiento sonriente después de que Ainhoa le diese un sonoro beso.

.. ¡Hasta otro día guapa!. Qué lista es esta niña, mira qué pronto me ha conocido.. lista de verdad.- romanceó camino a la salida del autobús.

Cuando nos sentamos las dos en el lugar que nos había cedido pensé en lo curioso que era todo aquello y en lo gratificante que es abrir los ojos, y sonreír, y compartir con buen ánimo cualquier trayecto.

¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando?

Esta era la viñeta del gran Cano en El Heraldo de ayer.

Y aquí tenéis la de Forges hoy en El País


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Que puñetero tener tan claro el problema y que no parezca existir forma de solucionarlo.

Grandes deportes aragoneses.....

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"ENCORRER" a las palomas de la Plaza del Pilar.

Este deporte es mucho más completo si va precedido por el calentamiento adecuado: pasar por la Virgen del Pilar y hacerse la tradicional foto, pero no pudo ser. 

Para disgusto de mi amiga (que organizó la visita con ese único fin) Ainhoa dijo que a ella no le llevaban a ese sitio así que hay foto, pero sin infantico y de lejos.

Siegque.......

Donde duermen los niños

Donde duermen los niños

Hace ya un tiempo que este rincón cuenta con las visitas de María, una mujer que en el mes de agosto decidió entrar en esto de los blogs para ir repasando su vida desde que es madre. Aquí tenéis el enlace a su bitácora, merece la pena: Mamapasoapaso.

Siento una cercanía a ella que va más allá de la coincidencia de tener hijas, digamos, "diferentes"; creo que lo que más me gusta es la sinceridad que emana de lo que hace y, sobre todo, el comprobar que tiene los ojos bien abiertos a muchas cosas.

Llevaba días sin entrar y ayer, repasando sus últimas publicaciones me encontré con esta imagen:

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Se trata de una niña de Tokio (Kaya, 4 añicos), y a su izquierda podemos ver su habitación.

Hay más ..

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Este chaval es Tzvika (tiene 9 años) y aquí vemos su cuarto en un asentamiento israelí en Palestina. A propósito, esta es la habitación de Douha en Hebrón (10 años)

 

palestina

Y aquí duerme Nantio de Kenia (15 años)

kenia

Al parecer la firma Benetton, pidió al fotógrafo James Mollison una idea para mostrar y comprometer a las personas con los derechos de los niños. El pensó inmediatamente en su habitación, en el papel tan importante que había desempeñado este lugar en su infancia, y se le ocurrió que mostrar los "dormitorios" de los niños en toda clase de circunstancias sería una excelente forma de abordar algunos de los problemas y dificultades que los afectan hoy en día.

El resultado es este libro que contiene 56 fotografías de niños entre 4 y 14 años de todas las partes del mundo acompañadas de un pequeño texto. Aquí en Telegraph  podéis ver alguna más. Creo que todos podemos sacar muchas conclusiones de esas imágenes.

También yo, durante mi infancia, quise hacer de mi habitación mi templo. Me costó (al principio fue mi madre quien decidió como tenía que ser y luego tuve que compartirla con mi hermano varios años) así que no pude "construirla" hasta la adolescencia. Llegó y estaba bien; no me quejo.

Me pregunto cuantos de estos niños tienen o tendrán realmente la oportunidad de elegir como es el lugar donde duermen...y donde pasan el resto de su tiempo.

(Espero ver pronto este libro por aquí).

Elástico verano

Lunes de vuelta al curro después de un par de semanas de vacaciones. Recuperando la normalidad o, mejor dicho, intentándolo porque….

.. No Inma, el “cole abierto por vacaciones” no empezaba hoy, estamos en AGOSTO, así que hasta el miércoles día 1 de SEPTIEMBRE nanay.

En la radio ya se han ocupado esta mañana de comentar el “gran favor” que unos cuantos colegios aragoneses nos hacen a los papis con el fin de ayudarnos en la complicada conciliación de la vida familiar y laboral. No lo he oído, debía estar planchando la camiseta de Ainhoa o haciendo su cama, no sé.

Que sí, que tenía que haberme dado cuenta antes, cuando pagué la matrícula, pero qué queréis no lo hice. Con el trajín que tengo siempre los meses de julio se me olvidó fijarme en cuando terminaba agosto. Mea culpa.

.. El sábado encontré en mi buzón un aviso de correos para recoger una carta certificada que la DGA me intentó entregar el día 26. Tengo quince días para ir a la oficina de correos a por ella.

A ver como me lo monto porque solo están abiertos de 8,30h a 14,30 h.; están en horario de verano desde el 23 de junio hasta el 3 de ¡OCTUBRE!. Caramba.

.. En la tele, a mediodía, cuentan que este año cantidad de negocios familiares no han cerrado por vacaciones. Ni una semanita, ni verano ni ná.

.. Aquí en Aragón las clases, en primaria, empiezan el martes que viene, pero este jueves (de 10 a 12 concretamente) tengo que llevar el material. Afortunadamente las librerías no cierran en verano.

Eso sí, no sé en qué clase lo tengo que entregar. Esta mañana no estaban las listas, no si ya lo dijeron: saldrán en septiembre y, coñe, hoy aún es agosto.

Esta mañana, por un momento me he quedado colapsada (y avergonzadísima) ante la verja cerrada del colegio con la mochila del almuerzo de mi hija en la mano. He pensado llevármela a la oficina pero enseguida ha aparecido el plan B.

Si, la guardería de mis amigas está abierta y tiene sitio. Para ellas también este verano ha sido raro; la han recibido con una sonrisa y he podido irme tranquila.

Mañana a las 8 tenemos fisioterapia así que me escaparé un momento de la sesión para ir a correos y recoger el misterioso certificado.

El jueves iré al cole en otra escapada y me enteraré de qué clase va a ocupar mi hija, quién va a ser su profesora, si tiene ya la silla adaptada (que no sé yo..).

Venga, que aún queda un día de agosto.

La peonza

La peonza

Hace ya un tiempo que por estos lares se ha recuperado la afición por jugar a la peonza; Ainhoa se ha convertido en una de sus mayores adeptas y no ha tardado en montar un improvisado “peonzódromo” en la terraza para practicar cuando subimos a la montaña

 .. Inma, mira; casi me sale “el murciélago”

Resulta curioso ver como esas manitas regordetas y pequeñas se tornan hábiles para rodearla con la cuerda y la insistencia con que la lanza una y otra vez, eso sí,  de momento con desiguales resultados.

Yo soy pésima con ese chisme, no está entre mis juegos de infancia y se nota, así que contemplo sus ires y venires con un puntillo de admiración…y de envidia, vale.

Es curioso lo de ese juego.

Para empezar es tan válido para un niño que está solo como para una buena cuadrilla, no entiende de edades, ocupa poco espacio, no necesita pilas ni recargas y seguramente adiestra, además de las manos, la paciencia.

Eso sí, tan ancestral y sencillo entretenimiento no ha podido evadirse de estos tiempos churruteros y tengo entendido que se han establecido distintas clases y categorías de peonzas (la diamante, la azteca, la nosecuantitos.. ) con sus correspondientes, y clasificatorias, escalas de precio. No aprendemos nada; tiene bemoles que, con la que está cayendo, sigamos empecinados en marcar diferencias hasta en lo más simple.

De momento, afortunadamente, mis críos lo ven solo como un juego y su única intención es ir consiguiendo nuevos retos…

..Inma, tengo un amigo que baila la peonza en el pecho. Espera, mira que lo intento….

Piropo

Piropo

Recuperó el resuello bajo el platanero de la Plaza Europa mientras el semáforo dejaba que los coches volaran hacia el centro de la ciudad.

39º marcaba el termómetro digital de propaganda y a sus pies, varios hombres con pantalón corto y chalecos reflectantes pululaban entre picos, palas y alambres en un alarde de eficiencia digno de elogio con la que estaba cayendo.

Cuando llegó su turno comenzó a cruzar con prisa y no tardó en sentirse observada.

El hombre, oculto bajo la sombra del casco, sostenía con su brazo moreno y musculado un cartel que obligaba a los vehículos a detener su marcha.

Había olvidado esa sensación: a pesar del intenso calor que arrasaba todo pudo percibir nítidamente como ardía su espalda bajo el mudo piropo de esa mirada.

Un poco de romanticismo

Durante el viaje a Turín tuvimos poco tiempo para visitar la ciudad, fue una pena. Para colmo una intensa niebla nos privó de una de las fotos más hermosas que debe ofrecer: los Alpes vistos desde lo alto de la magnífica mole Antonelliana ... así que dejamos claro que teníamos que volver por allí (a ser posible con buen tiempo). De todos modos no nos privamos de visitar el símbolo turinés y de hacer fotos sin parar (¿eh Blanca?) allí arriba,ateridas de frío y entre la humedad de la niebla..uf, qué experiencia.

No visitamos el Museo del Cine que alberga la torre porque el tiempo apremiaba pero tuvimos un "ratín" para visitar la tienda de la planta baja y allí me hice con un pequeño libro de la serie Movie Icons dedicado a Charles Chaplin que ha pasado estos meses olvidado en una estantería de casa. Este fin de semana fue su turno.

No sé donde está realmente el secreto de Chaplin pero repasar las fotografías (preciosas) de ese librito me ha devuelto la admiración por su figura (al menos la pública, no entro en otros terrenos) y por todo ese mundo que (muchas veces con gran compromiso personal) construyó a su alrededor. Como digo las fotos son magníficas. Tienen algo: ese blanco y negro nítido , tan expresivo, espléndido .... y enseguida me detuve en esta (dejo la copia de más calidad que he encontrado)

Se trata de un fotograma de Luces de ciudad, que aunque no es mi peli favorita de Chaplin (estoy rendida a El gran dictador), lleva días rondándome.

Me parece que llevo demasiado tiempo enredada en sobresaltos, y vida a ras del suelo. Había olvidado el placer de abandonarme al romanticismo y esta versión de la canción "Il cielo in una stanza" que canta Batiatto acompañada por las imágenes de la película es una oportunidad para hacerlo.

Que ya sé que esto no existe, tampoco lo espero de verdad, pero es una canción bellísima y ver a Chaplin "bailando" con esos moldes de zapatos como si fuese un muñeco, ... ah, que es una delicia. Venga, dejémonos llevar.

 

 

Cuando estás aquí conmigo

esta habitación no tiene paredes sino árboles,

árboles infinitos.

Cuando estás aquí, cerca de mí,

este techo violeta no existe más.

Yo veo el cielo sobre nosotros.

y quedamos aquí, abandonados......

Grullas en papel

Hace un tiempo dejé en esta casa unas fotos que hice en Ejea de los Caballeros a una manada de grullas que encontramos por casualidad. (Las podéis ver aquí).

Pues las fotos estaban bien, bueno, pero ¿que me decís del dibujo que les ha hecho mi amiga Luchy de Animalesreunidos?...

¡Ah!, estoy encantada.

(Pinchando encima lo podéis ver más grande)

Peticiones

" Por favor mamá, me compras un Pet Shop...si  o no  Ainhoa".