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LaMima

En una mano

En una mano

Es la mano de Celia, la hija de Silvia (por cierto, desde que nació Ainhoa me fijo en las manos de "los otros" niños y me sorprenden sus dedos interminables. Empiezo a pensar que no tengo remedio)

Celia está con nosotros desde hace muy pocos días pero ya la queremos.

Hemos besado esa mano arrugadita de bebé y nos ha devuelto la ternura de la vida que empieza: la ilusión, el cariño, la risa, la confirmación de que el mundo sigue girando también de cara a la luz, .... la esperanza de lo bueno que queda por venir.

Porque hay otras manos que por desgracia comienzan a cerrarse, la de Celia trae esperanza; una mano pequeña que guarda el necesario e imprescindible consuelo.

8 comentarios

Todo-a-un-leru -

¡Qué foto tan entrañable! No me extraña que no podáis dejar de besarla... enhorabuena por esta nueva vida, y a Celia: ¡Bienvenida!
Besos.
Rosa.

Mamen -

Pocas cosas me han dado tanta paz como las manos de mis hijos, sujetándote los dedos con fuerza pero con ternura, y una sin poder moverte para no despertarles,en posturas incomodísimas, pero por no romper ese momento UNICO, ni respiras... eso es puro amor.
Un abrazo

Luisa -

Las manos y las sonrisas de los niños siempre me traen consuelo, tranquilidad. Aunque los nudos se asienten en la boca del estómago cada vez con más insistencia, las manos de los niños me devuelven ligereza.
Un beso gros.

chispis -

felicidades por la recién llegada. que mano tan nueva y a la vez tan arrugada.. eso siempre me ha parecido curioso. agárrate fuerte a esta manita, que ya verás qué fuerza te da.
un fuerte abrazo.

Isabel -

Preciosa foto y estupenda "traducción".
Nada mejor que la mano de un bebé para darnos la vida... a los demás.

Ybris -

Hace ya trece años escribía:
"Iba a escribir palabras, como siempre
y mis ojos pasaron por azar
del papel a mi mano.
De pronto he visto claramente
por qué me escapo siempre de mis manos
y huyo hacia el papel.
Por éste nunca pasa el tiempo
ni lleva arrugas que delaten
la duda en su temblor.
Ni mi reflejo."

Por eso me refugio en lo que escribo más que en el tiempo que pasa.
Las manos son manos independientemente de la longitud de sus dedos.

Un beso para ti y pásale otro de mi parte a las manos de Ainhoa.

patri -

No puedo evitar emocionarme por esta y por las otras manos... yo también tengo un nudo en la garganta y una lágrima (a veces demasiado fácil) para lo bueno y para lo malo. Gracias por recordar lo que es importante.

Inde -

Es la rueda de la vida, y es así desde que el mundo es mundo. Tú has resumido ese misterio en una manita, pero podrías haberlo hecho en los ojos nuevos que se asoman a la luz, en los piececillos que tienen el ancho mundo por recorrer...

Es verdad que con ellos llega el consuelo; pero, desde hace un tiempo, ni siquiera las vidas recién estrenadas me quitan el nudo de la garganta.