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Juancho

Juancho

Este es, si las cuentas no me fallan, nuestro Juancho VIII (la foto tiene un par de años).

Cada primavera, un descendiente del hermoso Juancho I (blanco para más señas, y que tantos sustos nos regaló) se pasea por nuestra terraza tomando el sol sin recato y jugando al escondite con nosotros. Es como uno de esos héroes de cómic que van "heredando el cargo" generación tras generación mientras los estúpidos humanos creen que un ser inmortal les cubre el paso.

Nuestro(s) Juancho(s) es(son), en realidad, una muestra más de la divertida fauna urbana que todavía se atreve a asomarse entre ladrillos, coches, humo y cambio climático. Si; superhéroes en el fondo, jeje.

Vais a decir que estoy tonta, será cosa de la vuelta de estas mini-vacaciones, pero lo reconozco; ahora que dicen que ha llegado la primavera estoy impaciente por conocer al Juancho de este año.

10 comentarios

M.M -

Que gracioso Juancho y tu historia.

Marta -

Acabo de encontrarme a un amigo del tuyo. Se llama Panchito y es más majo. Un día los juntamos y que charren un rato.

MN
Estoy fuera unos días, pero recuerda...

Kisses de Panchito y míos

Lamia -

Los juanchos del mundo nos unen con una naturaleza de la que cada día nos alejamos más...

Ybris -

Una suerte.
Yo me tengo que conformar con lepismas y mosquitos.

Besos.

patri -

Pues en mi terraza no hay Juancho ni planta que resista, qué cierzazo!, si se lleva hasta el tendedor! Con la fauna urbana alucino cuando cruzo el puente de la Almozara y veo a los patos en el Ebro, también he visto estos días atrás una tortuga asomando la cabeza (tomando el sol) y hoy me ha dado pena ver el Ebro crecido que ha anegado las isletas y se habrá llevado los nidos (y no sé cómo puedo estar diciendo esto con el asquito, en general, que me dan los bichos con plumas, será la primavera…)

Todo-a-un-leru -

En mi casa viene algún Juancho de vez en cuando, junto con los gorriones que hacen nidos entre las tejas; también me caen bien, aunque a mi madre le dan "yuyu". Esta fauna es como las hierbas que crecen entre las juntas de las baldosas de las aceras... de algún modo es alentador verla, es como si vinieran a recordarte que no está tan perdida como los humanos hemos pretendido que esté, y que a pesar de nuestros ladrillos, hormigón y demás, ella sigue ahí, esperando el momento de recuperar lo que es suyo... ¡Ufff! Y mejor no sigo, que vaya tela cómo se pone a mí los lunes la vena cursilona... no te preocupes, yo ayer descubrí que una de las pavas de la vecina se había subido a su tejado ¡¿Las pavas pueden volar?!) y me tiré media hora en la azotea haciéndole fotos, así que, en caso de que estés tonta, no serás la única, ¡¡¡jajaja!!!!
Besos.
Rosa.

Inde -

Caray, en mi pueblo se ven muchos, pero aquí... ¡un héroe, desde luego!

Tundra -

Esos Juanchos de cúantos picotazos os habrán salvado...:-D, es bonito tener compañía de ese tipo en casa, algo diferente, un trocito de naturaleza...

Un abrazo¡¡

Luisa -

¡Uy!, yo también tengo juanchitos en la terraza. De un par de razas, por lo menos. Yo les dejo que anden a sus anchas: me vienen bien como contraladores de mosquitos y tal. Este año aún no han asomado, no. Pero creo que estarán invernando en algún rinconcillo todavía. En verano es muy divertido pegarles sustos con la manguera.... ja, ja. Es que son de la familia ya, como bien dices.
¡Primaaveeraaaaaa, ven, pero de verdad, leche!

39escalones -

Se pierden las buenas costumbres. Juancho llevaba sombrero, cuello y lazo. Los Juanchos de ahora ya no son como los de antes...
Besos