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LaMima

Un vaso de leche

Un vaso de leche

Estoy "haciendo tiempo" para irme a la cama con un vaso de leche (sé que no debería habérmelo preparado, dicen que los lácteos no se llevan muy bien con los virus estomacales, pero no me he podido resistir. Espero no pagarlo demasiado caro). El resto de la familia descansa ya de un fin de semana alteradillo que empezó con Ainhoa pachucha la noche del viernes y que a estas horas me temo que está acabando con mi resistencia.

Daniel no ha querido darme un beso al irse a dormir "para no contagiarte Inma"  y me lo ha lanzado de lejos. Me ha hecho gracia ese cuidado y lo entiendo; cuando yo era pequeña mi madre nunca estaba mala así que las dos o tres veces que la pude ver en cama creí que se acababa todo. 

En este rato he pasado por algunos de mis blogs amigos y he encontrado en el de Victor este texto: "Sé que es difícil de entender, pero Elisa, una niña de cinco años, me enseñó que somos hijos, vivimos como hijos y pensamos como hijos hasta que decidimos ser padres. Y cuando estrenamos nuestra condición de padres, lo hacemos para siempre. Aunque los hijos crezcan y sean más fuertes, más grandes o más inteligentes que nosotros, aunque se marchen muy lejos, nos sintamos enfermos o agotados... Somos padres para siempre."

Si, puede que dejara de ser hija aquel día en que me convertí en madre y pensarlo me da vértigo; no me siento capaz de seguir adelante tan sola ni entiendo como sola he podido llegar hasta aquí. 

Luego lo pienso mejor y no es que esté sola. No lo estoy. Yo sigo siendo hija, lo que pasa es que no ejerzo.

(La foto, segun me cuenta siempre mi ama, es de la primera vez que me bebí sola un vaso de leche. Como a ella, siempre me ha gustado mucho y mostré maneras bien pronto. Seguro que ahora que escribo esto ella estará viendo la tele con su vaso bien caliente al lado).

16 comentarios

Inde -

Mima, que no sé si te había dicho que yo odio la leche. Así que maña, actualiza corriendo, que me va a dar algo, tanto día entrando en tu blog y viendo ese título...

Además, cuéntanos algo de Carmen, va...

patro -

Cuánta vida y qué luz. Un abrazo enorme, Patro.

isabel -

Seremos siempre madres, pero pienso que nunca dejaremos de ser hijas.
Estoy contigo en lo de que las madres no se ponen malas, y cuando lo hacen, se hunde el mundo. Una sola vez he visto a mi madre enferma (de las de meterse en la cama, que los gripazos "ellas" los pasan de pie...), y espero no hacerlo mas veces!
Espero que estés mejor.

Fernando -

la visión de héroes de las madres y de los padres creo que es portentosa..y tan irreal que en el fondo me parece algo mágico...tal vez en el mundo en que vivimos se va perdiendo...besos mosquetera...

Lamia -

Esa sensación de soledad es tremenda... Pero no es real. Siempre hay alguien cerca que te quiere. Aunque te comprendo muy pero que muy requetebien. Un beso gordo, preciosa. Cuídate mucho.

patri -

Ese vaso de leche, fría o caliente, con café, sola, con colacao o con miel... ahora me lo bebía yo acompañado de un trozo de bizcocho casero y al sofá. Creo que he pedido demasiado y va a ser que no... que ahora no toca siesta ni leche relajante... afortunadamente tampoco caguerillas, qué bien! Sé que de eso estás mejor, ahora queda lo otro (que seguro también saldrá bien). Ánimo y un beso gordo, y que sepas que yo también tengo una foto muy parecida en la que luzco casi tan lustrosa como tú.

laMima -

Vamos recuperando, si. De esta salimos jeje...
A ver si me centro para ir actualizando que menuda semana..

Rosa. -

Cansino que es el virus este, que trae a todo el mundo de cabeza.
Espero que ya estéis bien.
Y bueno, yo de momento sólo soy eso: hija... pero creo que por mucho que cambien las cosas nunca dejaré de serlo. No quiero.
Besos.
Rosa.

anagadner -

LaMima,¿sigue malita?.Que le cuiden mucho...
Yo también sigo en la categoría de hija(en todos los aspectos), y pobre el que la abandone:dejará de aceptar ser arropado, mimado, reprendido, enseñado.
Ahora paso a categoría de madre y le aconsejo:¡no tome leche con las tripas malas!.
Un besico

Inde -

Ya lo creo que sigues siendo hija. Y yo también.

Elena -

¡Ay, wapetona! las madres nunca caemos malas, simplemente porque no podemos, porque al igual que tu hijo pensó, tú recuerdas y yo también, mi madre siempre estaba de aquí para allá con 4 retoños....luego he sabido que tomaba aspirinas por las migrañas y relajantes para dormir...y cuando estaba en la cama, mi casa era un "pequeño desastre". Por suerte nuestros hombres hoy se las apañan muchísimo mejor que nuestros padres, pero aún así, una piensa que como ella,... nadie. Poneros buenos pronto y que tu vaso de leche (a mí me encanta, yo ceno 2 veces, una con ellos y cuando me voy a la cama mi tazón de leche y cereales de chocolate, je,je)...te mime...¡ay mamá!. Tienes razón, somos hijas pero no ejercemos de ellas, y cuando oigo a los míos decirme "te quiero mamá", me pongo tan gorda que caigo en la cuenta de que a mi madre quizás hace tiempo que no se lo digo, y quizás también la gustaría oirlo...en fin, reflexiones de noche, que llevo días sin entrar por estos lares. Bss y lo dicho, a ponerse tooooos buenos.

Elena -

Estoy totalmente de acuerdo con elbarzal, a mi mi hijo de bien pequeñito también me reclamaba por las noches, después de dejar de darle el pecho, su ración de "eche" pero seguro que más que eso le calmaba mi presencia...todavía ahora que cumplirá 7 años lo hace con una cosa u otra...
Deseo que os recupereis pronto de toda dolencia y ..Ufff...de verdad que ganas de que llegue ya la primavera, el buen tiempo y poder disfrutar más de las tardes larrrgassss..
Un abrazo.

entrenomadas -

Pedazo de vaso.
Yo adoro la leche de almendra y en especial la de avena. Es un bálsamo para el estómago. No engorda.

Esto, ¿cuánta horas para beber semejante vaso?

Espero que mejoréis pronto.

Kisses,

Marta

unjubilado -

Prueba la leche de almendras, creo que todo son ventajas sin ningún inconveniente.
Saludos

elbarzal -

Seguimos siendo hijos, seguro, porque siempre hay un momento en que el corazón suspira un ¡ay mama!, o en que querríamos llamarla en medio de la noche para que nos protegiera con su sóla presencia. Esta madrugada (como muchas) me ha llamado el pequeño porque se ha despertado. Lo primero que le sale es llamarme. Más que sed o ganas de hacer pis, necesita saber que estoy, darle seguridad cuando se despierta. Creo que, de mayores, la necesidad es la misma, aunque ya no las llamamos porque no están, y nos ponemos nuestro vasito de agua o de leche nosotras mismas.

Loreto -

Nunca dejamos de ser hijos (a veces muy a nuestro pesar)y por suerte nunca dejamos de ser padres.
Que se curen esos males y ¡¡¡que salga el sol¡¡¡
Yo tambien estoy con mi vasito de leche...de soja y con café ¡¡¡ a vuestra salud ¡¡¡

Besicos