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LaMima

Un par de descubrimientos

De este fin de semana en el pueblo con mis padres he sacado, entre otras, estas dos conclusiones:

1ª Aunque me cueste reconocerlo, allí los gigantes y cabezudos son tan grandes como los de cualquier lugar. Veo que no acabo de acostumbrarme a los engaños de mi memoria de infancia.

2º Es posible encontrar escritos más que dignos en los programas de fiestas. Y para muestra un botón (transcribo parte)

 

Oigo perfectamente su respiración entrecortada, de hecho retumba en mi enorme cabeza y a veces me acogota. El niño tiene como doce años y unos ojos que no puedo ver pero que juraría son vivarachos, por la manera en que me mueve la cabeza de un lado a otro.

El movimiento se hace más brusco cuando corre y éste corre endiabladamente.

Estamos en la calle Amadores, debajo del arco, hay varios chavalillos que me insultan en la esquina de la casa parroquial:

.. ¡Queremos pan!¡queremos vino!¡queremos al Payaso colgao de un pino!

El niño, o sea yo, da un brinco y nos colocamos en un pis-pas en la esquina, un par de pelotazos y los audaces chavalillos huyen derrotados al menos por unos segundos. Reconozco que cada vez que oigo este estribillo las orejas se me hacen más grandes...sólo Napoleón y yo tenemos cancioncilla insultante. El resto de la cuadrilla no tiene cancioncilla, ni buena ni mala, ni corta ni larga.. ni siquiera los viejos cascarrabias, ya saben, el Calvo y el Pocaboina, y mucho menos los benjamines, el Bardenero y el otro, cuyo nombre Pocaboina se niega a pronunciar porque dice que es una mala copia.

.......................

Es hora de recogerse, el niño me lleva al Castillo y con agilidad pasmosa se deshace de mi cabeza. La deposita en el suelo, ya no puedo pensar, ni escuchar nada, me quedo allí, sin cuerpo, mi cabeza sobre el empedrado, con mis grandes ojos abiertos y mi sonrisa helada...se diría que mudo o sordo, pero nada de eso, simplemente estoy esperando otro día, otra mañana, a otro niño y su respiración, para que llene mi cabeza hueca..mis recuerdos y sobre todo para seguir corriendo.

Miguel Angel Antoñanzas

(El cabezudo de la foto es el Payaso, ¿a que es magnífico?..desde luego uno de los más bonitos, y temibles, que yo he visto)

6 comentarios

Todo-a-un-leru -

Sólo he ido una vez a una fiesta de gigantes y cabezudos, de excursión cuando estaba en primaria... por mi pueblo y alrededores no existe esta tradición.
Me gusta la foto del payaso, en mi pueblo los programas sólo traen cuatro letras mal contás.
Besos.
Rosa.

Harry Sonfór -

Oiga, ese cabezudo payaso de su pueblo lo que tiene es un complejo de ausencia de sensación del Yo que es para que lo mire un especialista. Llévenlo a un psicólogo o algo, que ese cabezudo lo está pasando mal.

Entrenomadas -

Anda, por lo menos tú tienes pueblo y programa de fiestas.
Yo no... más quisiera.
Pero te doy la razón, vaya, vaya...


39escalones -

Pues vaya programa de fiestas, igualito que los de mi pueblo. Como se las gastan por ahí.
Besos

Fernando -

yo me busco en la post....lo que sea...besos.

Luisa -

Pues, sí, ¡vaya con texto!... ¿y dices que en el programa...? ¡¡hola, hola!!, como se las gastan en Sangüesa...

Espero que hayais disfrutado mucho. Y respecto a la ex-expo: bellísimos los fuegos artificiales del final de fiesta: por fin unos fuegos que retoman el espíritu dieciochesco de estas habilidades: puro arte.
Muacs.