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LaMima

Un cuento

Un cuento

Llevo una temporada que me ha dado fuerte con los cómics y los cuentos para niños (y/o adultos) bien ilustrados. Ainhoa, muy aficionada a dibujar de momento, comparte conmigo ese afán y no podemos pasar delante de una librería sin que me pida entrar un rato al rincón que suelen tener reservado para ellos.

Uno de los últimos que hemos traído a casa (gracias al consejo de nuestra amiga Yolanda desde las "extremaduras") es este que os muestro hoy.

Orejas de Mariposa es un cuento de la escritora asturiana, Luisa Aguilar que le valió quedar finalista en un premio de literatura infantil en Italia el año pasado y que cuenta con las deliciosas ilustraciones de un dibujante brasileño llamado André Neves.

Nos ha gustado un montón.

Contra lo pastelosos y, a menudo, demasiado forzados cuentos "con moraleja" en Orejas de Mariposa se habla con sencillez de ese mundillo espinoso de los niños que insultan porque sí (que también los hay, claro), y de la necesidad de reconducir nuestra actitud hacia esas burlas absurdas para no hundirnos con ellas.

Es posible; unas orejotas grandes son ... mariposas, un vestido hecho con la tela de un mantel a cuadros esconde en realidad un tablero de ajedrez... la mamá de Mara ha construido para ella un manojo de argumentos con que enfrentar los comentarios maliciosos que le dedican algunos niños ..

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.. y ella los utiliza, si, pero no se trata solo de eso.

Comparar unas orejas grandes con alas de mariposa solo es un paso intermedio, una forma de llegar a lo más importante; el reconocimiento de nosotros mismos tal como somos.

Aceptar nuestras diferencias, alimentar nuestra autoestima de forma honesta y sin estridencias (aquí nadie es mejor que nadie) nos aleja de convertirnos en pequeños e infelices déspotas y nos ayuda a ocupar nuestra atención en algo más divertido que fastidiar a los demás o autocompadecernos.

Cuando leemos con Ainhoa este cuento disfrutamos con los dibujos, imitamos el sonsonete que suele acompañar las burlas...pero lo mejor de todo es el final.

Lo verdaderamente bonito, después de todo eso, es escuchar en boca de mi hija el texto de la útlima página..

.. "Mara es una orejotas!, ¿o nos vas a decir que son orejas de mariposa?"

.. "¡No!. Sólo son orejas grandes, ¡pero no me importa!"

7 comentarios

Elena -

Orejotas de dumbo, nariz chata de cerdito pegy, ojos saltones como un sapo, alto como un palillo, gordo como un tonel, ....¡jesús! menuda época. Estos y otros eran los maravillos adjetivos que salían de algunas bocas "divínas" del barrio. Será que nunca se miró él/ella a un espejo, pues "algo" distinto tendría para hacerle ser un ser distinto al mundo. Me alegro que Ainhoa vea claro que el mundo está lleno, pero lleno de colores y formas y fondos....¡así es la vida y así nos ha tocado vivirla!. Bss a las 2

patri -

En mi caso ya lo sabes: la abuela de mis primos “culogordo”, mis hermanas “pelo estropajo” y los del cole “que si tu padre vive en una palmera”… hasta lo que te hace sentir orgullosa por “diferente”, como es lo exótico de la situación de mis padres, puede ser causa de burla para algún petardo. Lo del pelo lo tengo superado, pero lo del culo… Ya me hubiera gustado a mí tener la rasmia de Mara para parar a aquella bruja zancochera. Besos de lunes de agosto. Arg

mamen -

Bueno, me viene al pelo esto de las orejas. yo las tengo grandes, y toda mi infancia, el que me creó el complejo fué mi hermano mayor, que me lo decía para chincarme y me llamaba dumbo y cosas así. Yo a él gordo, hipopótamo... para defenderme. tardé 15 años en apartarme el pelo tras las orejas. y aún así me daba verguenza. hasta que un día dije: me lo corto a lo chico. Y así no me quedó otra que enseñarlas. Y nadie me dijo nada, nadie se fijó en mis orejas, sólo en lo atrevido de mi cambio. Así de sencillo a veces es todo. Por cierto conozco el libro, precioso, y unas ilustraciones maravillosas, muy recomendable.

Rosa -

Para que luego digan que las casualidades no existen: he pasado uns días en la playa con mis tíos y no sabes el "palique" que me han dado para que enseñe las orejas (lo reconozco: tengo las orejas grandes y por mucho que lo intento no me artrevo a enseñarlas es más fuerte que yo). Y ahora me encuentro aquí este texto tuyo XD. Al final no vais a parar hasta que me haga un moño XD XD
Muchos besos.
Rosa.

laMima -

Si Laura, es complicado deshacerse de algunos complejos en la vida adulta así que merece la pena intentar evitar que surjan cuando somos peques. Que alegría verte por aquí querida mía, un beso a tí y al campeón.
Ybris, la frase la "dice" Mara, la protagonista del cuento pero tendrías que ver con que convicción la lee Ainhoa. Ay. Un abrazo enorme para los dos querido.

Ybris -

Sólo con leer al final el comentario de Ainhoa diciendo que no le importan las orejas grandes de Mara, el libro queda más que recomendable.
Dale a esa preciosidad de hija que tienes un besazo de nuestra parte.

laura -

¡qué dificil es a veces este mundo¡
¡que común el arrastrar para siempre los complejos de la infancia¡
Pinta bien el libro si señor..sobre todo si enseña a sobrevivir un poco