LaMima |
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El jueves, como tenía previsto, estuve en la presentación de OCHO ISLAS Y UN INVIERNO, el poemario de Marta Navarro. Una tiene la tentación de sentirse fuera de lugar en un acto así (mi actividad diaria corre por otros derroteros) pero eso es imposible cuando estás al lado de gente como Marta, Chesús, Marisancho, Luisa, Fernando, Alfredo, Mamen, Jose Antonio, Primo…. y un buen número de “desconocidos” con quienes resultó fácil entablar conversación cómplice. Me sentí muy bien en esa librería. Escuchamos palabras hermosas y llenas de cariño en esa carta de Jose Antonio Labordeta que leyó Pepe Melero, me quedé anonadada con la minuciosa presentación de Luisa (querida, quiero una copia porque seguro que me perdí algo. Yo, como dijo Marta, también querré dar una vuelta al poemario desde tus ojos) y también fue una agradable sorpresa comprobar que hay editores como Francisco Aranguren (me gusta el nombre de su editorial, El Desembarco) dispuestos a "embarcarse" en una aventura así con alguien a quien apenas conocen. Al final nuestra Marta: serena, segura, honesta,… tremendamente cercana. Imposible no rendirse al encanto de esos momentos. Volví a casa con esa emoción que trae el llevar un puñado de libros en el bolso (incluso para mis niños: Mamen tuvo un detalle para ellos que desde aquí le agradezco) y esa sonrisa que se te queda en los labios cuando has pasado un buen rato. OCHO ISLAS Y UN INVIERNO tiene muchas dedicatorias, su autora ha sido generosa, y creo que eso muestra que hay una parte de ella en cada verso allí plasmado. Eso es bueno. Anoche, ya en casa, repasé al azar alguno de sus poemas y las palabras que escribió para mí en su primera página. Pensé en la cantidad de lecturas que puede tener el libro y eso me pareció un tesoro: seguro que hará de este invierno un lugar más cálido. (Tenéis fotos en el blog de Jose Antonio Melendo y en el de Primo. Nuestros fotógrafos de cabecera). Los días y la nieve Atardece en la colina de tus labios. El húmedo viento de abril nos devuelve las horas perdidas, los días furtivos, todo el amor incautado sin previo aviso. Atardece, y son las cálidas huellas del deseo las que abren manantiales y fronteras de fuego. Murmullos de jade recorren caminos largo tiempo inescrutables. Atardece, y en tus labios empieza la aventura. Poema de Marta Navarro Comentarios » Ir a formulario Fecha: 13/12/2008 12:13. Fecha: 13/12/2008 13:31. Fecha: 13/12/2008 15:51. Fecha: 13/12/2008 19:05. Fecha: 14/12/2008 18:30. Fecha: 17/12/2008 08:45. |
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