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Medianas miserias

Medianas miserias  

En la oficina lo conocemos por "P.Tinto": creo que fui yo quien le puso el mote en honor a la película de los Fesser (cuando lo conocí me pareció igual de surrealista).

Debe rondar los 55 años y es muy grandote pero tiene esa expresión de la gente que sigue siendo pequeña, mejor dicho: infantil por dentro. Siempre aparece por la puerta sudoroso por el esfuerzo que le supone subir la escalera, sin perder la sonrisa y encargándose, con un cierto aire servil que nos incomoda un poco, de saludarnos a todas.

Cuando lo conocimos arrastraba, junto con sus limitaciones, la hipoteca y la hija de una mujer (ninguna era suya) con la que estuvo casado y que había desaparecido sin dejar rastro. Esa deuda, durante mucho tiempo, lo estuvo estrangulando y hubo que seguir con abogados los pasos de su esposa por la costa, y conocer finalmente que había fallecido para que viese algo la luz.

No está bien.

No hay mes que no pase unos días de baja por un motivo u otro, aunque lo mejor es escuchar las explicaciones que da de sus dolencias: "me se han puesto todos los nervios en derredor", "me ha dicho el medico que tengo una angina en el estómago".El otro día nos contaba que había estado ingresado en el hospital 24 horas por "una armonía en un pulmón"  he de reconocer que me resultó hasta poético.... y ha llegado a pedirle a nuestro jefe que lo acompañe al médico porque no se entera de lo que le dice cuando va a la consulta.

Me viene ahora a la mente también el glorioso episodio en que tenía que ir con varios compañeros a una obra fuera de Zaragoza y, por error, se montó en un coche de otra empresa para aparecer camino de Miranda de Ebro. El encargado aun se debe estar riendo.

No esta bien y es consciente de ello.

Probablemente le esté echando un poco de jeta a algunas cosas, a veces, pero alguien debería ocuparse de él y no puede ser porque está solo. Muy solo.

Supongo que la sociedad tiene muchas asignaturas pendientes, y una de ellas es sin duda la de atender a gente como nuestro Ptinto. Atender o acompañar; al menos no dejarlos solos. Que alguien lo pueda coger de la mano y lo lleve al médico, le explique lo que ocurre y lo que debe hacer, que haga lo necesario para que pueda vivir dignamente (y estoy pensando primero en las familias, en los amigos)....evitar esta especie de "mediana miseria".

Esa mañana hemos entrado en un cajero automático en el que daba el sol de cuajo y mi hijo me ha dicho: "con el calorcito que hace aquí seguro que alguien vendrá a dormir esta noche", le he contestado que quizá y que al final tampoco había nada malo en ello y curiosamente al abrir el periódico he encontrado la foto de unos indigentes durmiendo en otro cajero de la ciudad. "Que casualidad".

Demasiada gente sola, demasiadas vidas que toman caminos tortuosos y extraños. Más que dar vueltas,  la vida para algunos gira como un tornado.

Nuestro Ptinto todavía trabaja aunque no sé cuanto podrá aguantar, no necesita un cajero automático para dormir (al menos de momento) y seguramente en poco tiempo obtendrá una invalidez que le permita cobrar una pequeña pensión con la que malvivir pero necesita algo más.

El problema es que lo que le falta no se encuentra en cualquier sitio, y hay mucha mas gente de lo que pensamos como él... y, por el momento no hay gala que financie la solución a eso.

(El dibujo viene de aquí)

13 comentarios

patri -

Ha venido esta tarde, mientras tú cursilleabas, llevaba un pañuelico verde al cuello "pa que no me coja frío", y me ha pedido unos euros para pasar la Navidad mientras cobra, volverá mañana, porque para hoy tenía algo en la nevera... que me lo como! No sé tú, pero yo me acuerdo de muchos: Santamaría (Bin-laden), el hombrecico de Bureta, Avelino (el gallego asesino), el gitanillo de Ricla (cede-puntos), y tantos. Hasta mañana, maja!

Diego de Rivas -

Inma, te animo a que te sumes al homenaje que he organizado al blogero iraquí que ha sido asesinado por defender la libertad de expresión.

Ni es el primero ni será el último. Te dejo el link al post de hoy,

http://zaragozaunica.com/2007/12/18/ali-shafeya-al-moussawi-autor-del-blog-alive-in-baghdad-asesinado-a-tiros.php

Besos y pásalo,

Luisa -

P.Tinto es entrañable, pero igualmente ejemplificador, sí, de todas las puñeteras carencias con las que vivimos en esta dislocada sociedad en la que cada vez creemos menos y a la que cada vez es más dificil acceder para muchos.
Dejamos demasiados cabos sueltos por todas partes, como este P.Tinto vuestro. Estos días estoy viviendo el caso de una vecina de mi madre. Es desolador.
Besos p.tintados, guapa

laMima -

Si Inde, recuerdo el psiquiátrico de Luesia...son indispensables iniciativas de ese tipo. Tienes razón. Un día nos deberías contar acerca de ello.
También hace falta gente dispuesta a echar una mano a quien necesita un poco de compañía, apoyo y una ayudita en alguna labor habitual.
Y que en determinados sitios se les trate como deben: nada de palabros que no entienden, y "rellénese usted este formulario" y explicaciones inteligibles para ellos...poner un poco de nuestra parte para facilitarles la vida.
Es cierto, como dicen Encarna y Patri (esta si que sabe) , que en mi empresa vemos muchos casos así. Gente con mayor o menor capacidad abocada a la miseria que muchas veces solo necesitaría un poco de atención para poner en orden sus vidas. Allí, muchas veces, hemos hecho lo que se ha podido, pero no es suficiente.
Con este post quería referirme a que estamos olvidando las pequeñas ayudas (grandes en el fondo) y así estas medianas miserias siguen su camino al desastre.
Muchas veces solo requiere un poco de cada uno en su faceta: centros de salud, organismos oficiales, la tienda de la esquina...

Inde -

No es por volver a ponerme nostálgica, como últimamente estos días, con una puñetera época concreta, pero ¿tú recuerdas que en nuestros tiempos de instituto se puso en marcha el psiquiátrico de Luesia? Fue una iniciativa pionera que debería ser más conocida y mejor reconocida. De haber proseguido en esa línea, que tanto debió a nuestro querido Carlos Alegre, muchos p-tintos tendrían hoy no sé si todo el apoyo que necesitan, pero sí mucho más que el que hoy tienen.

Tantos recursos para movidas tipo "Gran Scala", y luego lo importante nos lo echamos a la espalda...

Javier -

Querida Mima:

Tu P.Tinto salta a la vista y lo ves, aunque sean legión quienes no lo "ven".

Pero hay muchos P. Tinto ocultos detrás de una aparente normalidad, tan necesitados o más que él, de comprensión y cariño.

A estos -me cuesta un poquito más-, también los veo y los mimo. Con pocas palabras y escucharles un rato es suficiente. Se sienten mejor... y yo también.

Un beso

M.M -

Ay...tan bien descrito, tan mejor contado...una de esas medias miserias o casi completas ruinas de vidas...es mi vida cotidiana. Debería estar en un lugar "más feliz" o "menos desgraciado" para cuidar de él un poco mejor.

ENCARNA -

Que recuerdos.
Como me lo has hecho recordar , pero te dire que mayor accion humanitaria que la que estais haciendo vosotros, en la empresa todos, es muy dificil de encontrar.¿ En que empresa se le hubiera "aguantado" el bajo rendimiento de P. Tinto? Lo he tenido yo en obra y es digno, a mi al cabo de 10 minutos me podia decir 20 veces sreñora y no lo sacabas de ahi.
El dia que se iba a Miranda estaba en Cariñena , que tiempos que recuerdos como os echo de menos.
Besos pa todas/os.

Todo-a-un-leru -

Es triste esta historia, hasta qué punto puede hacer daño la soledad... no puedo creer como es posible que haya gente que, siendo tan evidente que necesitan a alguien a su lado, no se les ayude, ¿donde están ahora los "buenos sentimientos" de los que suele alardear toda nuestra sociedad por estas fechas?
Y los indigentes... los veo todos los días cuando voy a la Universidad, durmiendo en los bancos del Paseo de Colón; irónicamente, en uno de los lugares más "glamourosos" digamos, de Sevilla, con la Maestranza, la Torre del Oro, los merenderos para almorzar mirando el río -tienen pinta de costar una pasta, yo por si acaso, no me paro- y la parada de autobuses de Sevilla Tour, cargados de turistas... todo muy bonito, muy digno de ver... y ya ninguno de los que pasamos por allí al mediodía nos acordamos de la gente que duerme en esos mismos bancos a las 7 de la mañana, cubiertos por el abrigo o un cartón. A las 7 de las mañana están allí, cuando vuelves al mediodía no hay ni rastro de ellos... me pregunto dónde pasarán el día, y sobre todo cómo será un día en su vida.
Rosa.

Diego de Rivas -

Inma, esta historia de P.Tinto me conmueve. Y mucho. La gran tragedia de la humanidad es la soledad. Ahora llegan unos días muy familiares, para algunos.

Sin embargo en nuestra sociedad existen muchos P.Tinto, sin nadie que les acompañe ni para ir al médico. ¡Qué pena!

Esta mañana me he vuelto a cruzar a un ciego, iba solo. Digo he vuelto. El otro día le ayude a cruzar la calle y reconduje su camino. Iba por camino equivocado. Me pregunto si era médico. Le contesté que no, sorprendido.

Me aclaro que esa memoria suya se debía a que era el único ser humano, persona, que le ayudaba a cruzar la calle. Me dijo, que conmigo, ya eramos dos sus amigos.

Me emocionó aquello, y hoy - casualidades de la vida - le he vuelto a ayudar.

Estoy con Escalones, y me conmueve la historia que aquí comenta.

¿Puede haber personas que se hacen traer su jaima desde sus países, para dormir a cuerpo de rey? Ni en cajeros, ni cubiertos de periódicos. ¡la vida es injusta!

Besos,

39escalones -

Es tremendo lo que cuentas. Fíjate, en el psiquiátrico en el que estuve (trabajando) la mayoría de los "pacientes" de cierta edad no es que tuvieran dolencias o trastornos muy diferentes a los de la gente que podemos cruzarnos por la calle. Pero todos estaban invariablemente solos. Había uno que, en especial, resultaba perturbador: todos los domingos esperaba la visita de un hermano de Barcelona que nunca o casi nunca iba a verle. Mucha gente sentía miedo ante aquellos pacientes, a mí me daba mucha pena su abandono y su soledad.
Besos tristes.

Alpaca -

Lo que falta es más gente que vea lo que tú reflejas, aunque no lo queramos creer...globalidad e insensibilidad van muy unidos aunque...
siempre está lamima para contarlo.
mil besicos...¿nos vemos prontito,eh?

patri -

Qué tierno, mi P-Tinto! Y qué entrañables muchos de los que vienen por aquí… El “boum” de la construcción nos ha hecho conocer muchos y variados personajes, un pupurrí de extranjeros con historias de todos los colores y una colección de nacionales de todas las calañas. Reconozco que me gusta, algunos días, escuchar sus historias y ayudar en lo que puedo rellenando interminables formularios que no comprenden o hablando lo-más-des-pa-cio-que-pue-do-pa-ra-que-m’en-tien-dan, otros días me resultan demasiado exigentes y caraduras. Pero no es este el tema, aunque también tendrás que hablar de este otro día. Sí que hace falta alguien que ayude a P-Tinto, que le acompañe al médico para explicarle lo que le pasa, un asistente social que le aclare sus opciones, y por supuesto, que tuviera la suerte de encontrar cariño (este sentimiento mío es muy navideño). Puede que con la Ley de la Dependencia se haya puesto la primera piedra, y un día sirva para ayudar a gente como él. Mientras tanto, aquí estamos nosotras para dar apoyo moral y dedicarle la mejor de nuestras sonrisas además de algún buen consejo.
Un beso