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Poesía

AMANTE DESCONECTADO, de Luisa Miñana

AMANTE DESCONECTADO, de Luisa Miñana

Cariño, si, como dices y aseguras, soy importante para ti, 
si no es tu necesidad de mí como cualquier otra necesidad 
que sientas, si tu amor es un ácido
en el estómago y un acróbata ciego en el alambre,
tendrás que apagar ahora tu móvil. Apagarás tu móvil
y no lo volverás a conectar
hasta que yo me haya aprendido, centímetro a centímetro, 
a qué velocidad te crece el vello y los cabellos,
y qué profundidad alcanza el arañazo de mis uñas bajo tu piel
desconectada. Concéntrate en mis ojos: cambiarán de color
según la intensidad con que me ames,
porque toda la luz del universo cimbrea en mis pupilas, 
como han cantado siempre los poetas, cariño, Cernuda por ejemplo,
y no hace falta más en este punto.
Sé un hombre, cariño, este momento. Después, te lo prometo,
volveré a dejar que flotes sobre el líquido
de la superficie del cristal de tu teléfono.

 

Del poemario CIUDADES INTELIGENTES

No te escondas

No te escondas

Que no te escondas.

Que no hagas como tu madre y no te escondas.

Que aprendas de ellas:

de Virginia, de Alfonsina, de Anaïs,

y sepas dar un golpe de verso

cuando la vida se ponga bruta.

 

VIDA DOMÉSTICA de Carmen Ruiz Fleta

 

CAYUCOS, de Marta Navarro

CAYUCOS, de Marta Navarro

Tengo la suerte de contar a mi alrededor con gente capaz de transmitir muchas cosas con las palabras. Con gente que las mima y las utiliza con cuidado y tino para mover sentimientos. Y conciencia de la buena.

Marta es una de ellas.

CAYUCOS

Un día esa multitud de ilegales

que ves en los telediarios

mientras pones la mesa, la lavadora,

el cd o el facebook,

mejor dicho, esos hombres y mujeres

que acumulan fronteras y cayucos en las manos

vendrán para explicar

en un idioma libre de náufragos y visados

a qué sabe la vida que no es vida,

o como burlar la muerte ya es imposible.

Y escucharás sus voces sin intermediarios,

sin estadísticas,

sin la solidaridad caduca de los cuervos blancos.

No me preguntes cuando.

Simplemente escucha

cómo cae

el insoportable peso de la historia mal contada.

 

VIETNAM BAJO LA CAMA de Marta Navarro.

FATAMORGANA, de Luisa Miñana

FATAMORGANA, de Luisa Miñana

Zaragoza, Ziercity, se derrite estos días bajo un calor sofocante e infame, "aplanador" que nos tiene rotos.

Esta noche el cierzo parece que vuelve a casa para darnos un respiro, pero no me puedo resistir a dejar aquí esta maravilla que Luisa Miñana tejió en su día para ese maravilloso poemario que es CIUDADES INTELIGENTES.

Página 67. Imprescindible.

FATAMORGANA

No hay ciudad ni cuerpos que resistan íntegros bajo los treinta
y ocho grados centígrados despóticos, que resisten mi cuerpo
y la ciudad que habito con mi cuerpo, verano tras verano,
bajo un sol sin paréntesis.
Las ciudades se vuelven cristalinas y los cuerpos,
como el mercurio, densos. Imposible caminar con los pies
inflamados y los ojos en llamas. Incluso mirarse es complicado,
con tanto resplandor.
Entonces comenzamos a no reconocernos y atravesamos
toda clase de alucinaciones. Casi desnudos y casi ciegos,
somos todos iguales.
Desde hace más de dos o tres mil años la ciudad donde habito
se ha ido desgastando a treinta y ocho grados bajo el sol. Jamás
ha habido tregua. Por eso todos sus habitantes
somos bastante incrédulos y muy desconfiados. Por eso,
y a causa de la perturbadora y contagiosa Historia,
a las alucinaciones las llamamos sueños, grandes planes, y amor,
incluso amor eterno, y rascacielos.
Debido a las alucinaciones engordamos para el frío
y, abrigados hasta las orejas, aullamos por las avenidas
o invernamos dentro de los bares observando las plazas
congeladas, que son como gigantescos espejos telescópicos
orientados al infinito, al silencio previo al silencio,
a la nada anterior al amor entre los cuerpos. Resistimos.
Algunos resistimos todavía.
Nos hemos adaptado al extremo calor y hemos modificado
selectivamente nuestra anatomía: cada uno de tus brazos,
amor mío, es una estrella
y otra cada una de tus piernas y otra tu cabeza, y tu boca,
bajo la luz alucinógena del sol, es el más insostenible agujero
negro de mi vida, túnel cósmico del viento,
cuerpo succionado. Porque a treinta y ocho grados a la sombra
el amor es quieto e imposible por definición, como el desierto
del cielo, como la impenitente Historia.
O como el Infinito. Como la Vida. Como el Hielo.


La imagen viene de aquí https://www.google.es/search?q=zaragoza+calor&biw=1280&bih=923&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=aE-cVZnOJ8f0UuC-rIgL&ved=0CAYQ_AUoAQ#imgrc=KWha3-4frasxAM%3A

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Un deseo puede herir la piel,

arrebatar la razón,

deshacer el latido del tiempo

y cruzar todos los campos de la noche,

para morir a los pies

de un amor invencible.

 

Organizando correos he encontrado este poema que FERNANDO SARRÍA me envió hace ya mucho tiempo. A veces encuentro poemas suyos en mi muro de facebook, o en el correo...y me encanta.

Son como pequeños ramos de flores; oasis entre tanto desasosiego.

Sol de sábado

Sol de sábado

 

Nadie representaría este sol del sábado tarde
como un tigre con la boca llena de fuego,
ni como una bombilla grande, ni siquiera
los párvulos de la escuela, tan pequeños.

Este sábado el sol es una bolsa, por la tarde,
con muchas campanillas y caramelos dentro;
sus rayos bisbisean en el cielo, al girar,
como los radios de una bicicleta nueva.

Y las chimeneas de las fábricas duermen,
la gente charla de fútbol, la ropa blanca
flota en los tendederos de las ventanas;

(Y Ainhoa se pasea por estas dulces calles
con un vestido de vainilla y fresa.)

Poema Familia III; Ainhoa se pasea

Bernardo Atxaga

(Hace ya tiempo que mi querido Ybris me hizo llegar este poema de Bernardo Atxaga. Hoy, bajo este sol pre-primaveral, lo he vuelto a recordar).

Todas las mentiras que te debo

Todas las mentiras que te debo

Ya estoy de vuelta de Gijón, si.

Necesitaré algo de tiempo para ir contando por aquí algunas cosas de esa fantástica experiencia (tanto en lo que se refiere al proyecto en sí como a lo bien que supimos aprovechar la convocatoria para relacionarnos) pero mientras, el mundo sigue girando y ofreciendo otras oportunidades de disfrutar.

Mañana será ocasión para una de ellas. Mi querido Fernando Sarría presenta un nuevo poemario: TODAS LAS MENTIRAS QUE TE DEBO y eso, sabéis, es cita ineludible.

Será mañana miércoles día 19, en la FNAC de Plaza de España de Zaragoza y andará también por allí mi amigo Alfredo así que la cosa promete.

Para ir poniéndonos en situación dejo uno de sus poemas......

 

Siempre te pienso sentada en el andén de una habitación,

esperando desnuda atravesar el páramo de cualquier noche,

en un tren sin reposo, viajando en la penumbra.

Te veo fumando un cigarrillo negro, 

altiva y desolada,

un bourbon con hielo en las manos,

como si entre tus piernas

el mundo no tuviera más valor

que el dolor de la carne

-lugar donde perder todos los conceptos anteriores-

o la ausencia programada de un día de fiesta.

Adios, maño

Adios, maño

En el lado feliz
mis nietas me saludan
con el jolgorio de los dias de fiesta.
Rien, saltan, se combaten entre ellas mismas
la alegria de ver la vida como un río sin fin,
sin fondo. Como si el mar
llegase a nuestra puerta.
Ante tanto diluvio de alegría
a este viejo poeta abandonado
solo le queda la memoria,
la inestable memoria de los vagos recuerdos
olvidados.
Gracias a que la vida está entre ellas
rompiéndome la cruz de los silencios,
la vaguedad inutil del desierto
y la cumbre final de una montaña
me siento como vivo.
Como un ser humano acompañado.

JOSE ANTONIO LABORDETA

Poema "robado" de su blog

Lo recuerdo caminando cabizbajo por Villanúa en lo que debía ser el comienzo de su enfermedad y también la última vez que lo ví, durante la divertida presentación del libro Aragón a la Brasa

Me guardo esa imagen sonriente, si, como la de esta foto. La preferida de mi  (su) amiguica Marta....

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Estampa.

Estampa.

El ejemplar de Las esquinas de la luna que Luisa me dedicó ayer con unas palabras llenas de cariño se empecina en abrirse siempre por la misma página.

Seguramente fui yo quien la dejó marcada durante la presentación, puede ser: recuerdo que fue lo primero que leí tras abrirlo al azar…y que me vi en esa estampa.

 

Dejo que el sol benigno de esta mañana llegue y me reconozca

entre los rascacielos y los postes eléctricos y los viejos solares

del casco antiguo de la ciudad.

Que me siga por

las calles abarrotadas de gente a la que conozco y puedo saludar.

Sobre la desesperación.

Que me encuentre a mí sola y a nadie más: mi piel delimitada en mí.

Dan ganas de quitarse la ropa, de tenderse en cualquier parterre de esta acera y descansar.

 

ESTAMPA. De “Las esquinas de la Luna”

Luisa Miñana.

Otro triste adiós

Otro triste adiós

Sigo en pie

por latido

por costumbre

por no abrir la ventana decisiva

y mirar de una vez a la insolente

muerte

esa mansa

dueña de la espera.

Sigo en pie

por pereza en los adioses

cierre y demolición de la memoria.

No es un mérito

otros desafían

la claridad

el caos

la tortura.

Seguir en pie

quiere decir coraje

o no tener

donde caerse

muerto.

MARIO BENEDETTI

Verdades. Palabras.

Verdades. Palabras.

Cada vez es más difícil encontrar las verdades ocultas,

todos se sirven de la palabra como símbolo de libertad,

mientras el silencio sabe y calla.

 

FERNANDO SARRÍA, “El Alhaquín”

Una cita

Una cita

Esta tarde, a las 19 horas en la sede de Cajalón (Coso, nº 29. Antiguo Casino Mercantil de Zaragoza), se presentan los libros premiados en la última convocatoria de los premios de poesía Delegación del Gobierno de Aragón

Nuestro querido Fernando Sarría  obtuvo un accésit con su trabajo El Alhaquín así que, como sea, tenemos que pasar por allí para celebrarlo.

Enhorabuena a él y, como no, a los otros premiados: Francisco Javier Sanz Becerril y Almudena Vidorreta.

(Me apetecía dejar aquí esta foto que Primo nos hizo a Fernando y a mí el día de la presentación del libro de Marta. Seguro que esta tarde, como aquella, pasamos un buen rato.)

Un poema de regalo

Un poema de regalo

El Olentzero me ha regalado estas navidades un libro de poemas. Se trata de un volumen que reúne los publicados hasta ahora por Olvido García Valdés, una poeta que me era hasta ahora completamente desconocida (aunque me quiere sonar que Fernando ha dejado alguna vez algún poema suyo en su casa).

El título de la recopilación me ha gustado: ESA POLILLA QUE DELANTE DE MI REVOLOTEA, y voy encontrando entre sus páginas versos que me van llegando.

Estos, por ejemplo, me evocan una sensación, un camino que reconozco y vuelvo a pensar en lo curioso de la poesía. En esa magia que envuelve las palabras y que las dota a veces de un significado, seguramente diferente pero igual de válido , para quien las escribe y para quien las lee. 

Escribir el miedo es escribir

despacio, con letra

pequeña y líneas separadas,

describir lo próximo, los humores,

la próxima inocencia

de lo vivo, las familiares

dependencias carnosas, la piel

sonrosada, sanguínea, las venas,

venillas, capilares.

 

OCTUBRE

OCTUBRE

Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;

cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.

ANGEL GONZALEZ

El gusto por la vida

El gusto por la vida

Robespierre me dejó ayer este poema en su comentario al post anterior.

Como todos estamos en la cuerda floja de una u otra forma, lo mejor será no mirar demasiado hacia abajo y seguir andando así que empecemos el ansiado fin de semana con sus versos:

A veces me gusta tanto la vida que muero en los temores
de perderla, a veces.
Y es así que cuando quiere abrasarme la penuria
me inundo de montañas y de nubes, cabalgo cielos,
apreso soles, me baño en viento y caracoles,
sonrío lunas, dibujo estrellas, amago versos
y río; río como sólo ríen, cuando ríen, los que viven serios.
Y me quiero vivo, intenso, para escribir de amores,
de sueños y colores, de ayeres, de lluvias imposibles
como besos; y pienso, pienso en flores y paseos
caminando sobre aguas que sacian, a veces, la sed de los deseos;
y siento que estoy vivo, y vuelvo a ti, a ti, paloma en vuelo.

 

Y llega el otoño

Y llega el otoño

El otoño se acerca con muy poco ruido:      

apagadas cigarras, unos grillos apenas, 

defienden el reducto 

de un verano obstinado en perpetuarse, 

cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste. 

Se diría que aquí no pasa nada, 

pero un silencio súbito ilumina el prodigio: 

ha pasado 

un ángel 

que se llamaba luz, o fuego, o vida. 

Y lo perdimos para siempre.

 

ANGEL GONZALEZ

Bienvenido el otoño: su luz, sus colores, su calma y su hermosa tristeza.

Silencio

La semana pasada Fernando dejó en su blog un hermoso y breve poema titulado "Me iría lejos" .

Cuando lo leí pude hacer mías en cierto modo sus palabras y recordé algo que yo había escrito días antes intentando plasmar una sensación parecida.

Rescato hoy ese poemilla para dejarlo aquí. Desde luego no le llega a la suela del zapato, pero este es mi sentimiento. 

 

Silencio.

Necesito todo el silencio.

Calla un momento, ¿no te das cuenta?

¡no consigo oir lo que pienso!.

Casi no puedo respirar

por culpa del ruido.

Intentaré vivir,

.........o dormir,

pero para ello,

por favor,

me hace falta silencio.

(Foto: Jose Manuel Roy)

Los trenes de la noche saben de ti y de mí

aunque ahora las estaciones

apenas tenga nada que nos recuerde

y en sus billetes electrónicos

no aparezcan lugares de paso.

Los viajes saben de un rumor de tiempo

y en sus estancias los silencios y los murmullos

prefieren guarecer el eco de la nostalgia

como páginas sepia del pasado.

Allí sí que estamos unidos por un lazo

que nos hace perdurables,

indefensos y eternos,

mientras existamos en la memoria del otro.

Un poema de Fernando Sarría

Canción de la rana

Canción de la rana

Ti ti ti ti to de frío,

dentro del agua del río.

Yo prefiero un charco al sol

en los campos del arroz.

La rana se ha hecho un sombrero

con la hoja del limón,

la rana se ha hecho un sombrero

y el ranito un pantalón.

Con la hoja del castaño

se cosió un traje de baño,

con un junco delgadín

se terminó el violín.

Y ahora toca

         ti, ri ri.........

 "Canción de la rana"

GLORIA FUERTES

Los restos

Los restos

Paseo tu ausencia con calma.

Solo quedan ruinas de lo que fue nuestro palacio

y me arrastro por ellas como sonámbula

dejando que los restos me hablen,

en susurros, 

de lo mucho que me amabas.